Radio Curly. #1 Styles.

48.

—No me pediste que viniera para que me quedara aquí sentada toda la tarde, ¿cierto?

Emma bajó la mirada y mordió su labio inferior nuevamente con nerviosismo.

—Déjame decirte que estoy perdiendo la paciencia contigo, Emma—Hay movía su pierna con impaciencia decidiendo si lanzarse sobre ella o simplemente irse. —Mejor me voy—Em rápidamente sostuvo su mano sobre la mesa impidiendo que se terminara de levantar.

—Me fijé en Harry una vez que coincidimos en un congreso—soltó rápidamente. Hayley se sentó nuevamente alzando las cejas incitando a la chica para que continuara. —Yo nunca... había visto a un chico tan lindo como él, pero mi... mi hermano se dio cuenta de que lo veía mucho, y comenzó a relatarme una pequeña biografía de quien era él, Eliot, mi hermano, sabía quién era Harry desde un principio, conocía su talento, pero yo no—bufó. —Estuve tan equivocada al creerle.

—¿A qué te refieres exactamente?

—Creía que Harry era una persona totalmente diferente a quien verdaderamente es—apretó sus manos en puños. —Hace dos años hubo un festival importante aquí en Londres, gracias a los grandes empresarios y marcas que se vieron interesadas en el festival decidieron ofrecerle al ganador una emisora propia, junto a publicidad y cinco mil dólares.

»Mi hermano era recién graduado en ese entonces y vio esta oportunidad como una única en la vida, así que se inscribió y quedó seleccionado entre tantos—suspiró. —La competencia patrocinada por el festival duró varios días en los que debían enfrentarse a diferentes retos que implicaban creatividad, fluidez y dicción. Mi hermano superó todos, incluso Harry, pero...—tomó una bocanada de aire. —Él representaba mucho reto.

—¿Él?

—Harry—afirmó. —Era más de lo que mi hermano pensaba, yo no conocía a Harry para ese entonces, como te dije, solo lo había visto un par de veces de lejos y en algunos retos que debían ser presenciales.

»Un día antes de la gran final, Eliot estaba abrumado, me dijo que Harry había comprado a los jueces, que era un déspota y que no le parecía justo que él ganara a base de trampas cuando él se había esforzado tanto.

—Emma... ¿qué hiciste?

—Saboteé a Harry y a todo su trabajo de producción para ese día—ahogó un sollozo. Hayley amplió sus ojos alarmada por lo que acababa de escuchar. —Yo le creí a mi hermano, pensaba... pensaba que él no lo merecía, que estaba mal dejar que un tramposo ganara.

—Ladrón que roba a ladrón...—comentó sardónica.

—No sabes lo horrible que me sentí al verlo sobre el escenario presentando apenas una cuarta parte de su trabajo final—limpió sus lágrimas que caían por su rostro sin cesar. —Quedó ridiculizado frente a los jueces, la audiencia..., y todo por mi culpa.

—No puedo creerlo—musitó la rubia acariciando su frente.

—Luego de que mi hermano ganara, se fue de casa, decía que quería independizarse, que quería demostrarle a todos de lo que era capaz y fue así como logró un éxito rotundo con la emisora, con Roller Coaster.

—Tu hermano es...—Emma asintió.

—Su principal competencia, sí—suspiró intentando calmarse un poco. —Hace unos pocos meses mi hermano se fue de la ciudad para poder expandir su empresa radial y... bueno lo logró, él tuvo éxito, pero en realidad, ese éxito pertenece a Harry, sus ideas hicieron que mi hermano pudiera lograr todo lo que él ha adquirido hasta el momento—su voz se quebró y ella carraspeó para poder fortalecerla un poco. —Porque fui yo quien le dio toda la información que robé de Harry ese día de la competencia.