Capitulo 38: Adiós a los miedos. Hola nueva vida.

155K 7.8K 1.4K
                                    

Abro los ojos y me acostumbro a la luz del día que se impregnaba por la ventana. Cuando lo hago, miro un techo desconocido. Hasta que recuerdo donde estoy, Heather aun dormía con la cabeza apoyada en mi pecho, como si no nos hubiéramos movido en toda la noche. Sonrío cuando escucho su pesada respiración, es bueno saber que logra descansar como corresponde. Es mucho mas bueno saber que esas ojeras y esos ojos cansados, ya no estarán. Observo la hora en su mesa de noche, y aun es temprano para ir al instituto. Suspiro y me quedo unos segundos mas rodeándola con mis brazos, sintiendo su fragilidad y a la vez sintiendo a su chica interior, a esa chica que quiere pelear contra todo sus problemas. 

Mi estomago gruñe a causa del hambre que estaba sintiendo, así que con cierto cuidado muevo a Heather, quitándola de mi pecho y recostándola en la cama. Se queja un poco pero no se despierta, a diferencia de eso, se tapa mas con sus frazadas. Sonrío al verla, jamas me cansare de hacerlo. Recuerdo cuando mi padre me contaba una y otra vez la historia de como se conocieron como mi madre, y él me decía "Cuando la miro, esos recuerdos se aparecen. Y se con exactitud que elegí a la chica correcta" y por alguna razón, creo que ahora lo estoy entendiendo. Dejo un beso en la frente de Heather, me calzo y bajo a la cocina. Allí esta Carmen, leyendo el periódico mientras bebe una taza de té.

- Buenos días -digo al tímido, Carmen levanta la vista y me sonríe. Como si fuera normal que un chico aparezca en su cocina así como así.

- Buenos días, Elliot.

- Pido disculpas.

- ¿Por que? ¿Por estar aquí? -sonríe negando con la cabeza- No te disculpes por eso, es agradable que la acompañes -sonrío y asiento con la cabeza- ¿Quieres desayunar?

Cuando me hace esa pregunta, mi estomago vuelve a gruñir, pero esta vez se hace mas notorio y Carmen se ríe. Me ofrece una taza de café con leche, así que me siento con ella a disfrutarlo, acompañado de unas galletas.

- ¿Ella ha dormido bien?

- Si, no tuvo pesadillas, ni nada de esas cosas. Durmió tranquila -sonrío.

- Eso es porque tu estuviste allí -me encojo de hombros- Gracias por lo que haces por ella, Elliot -sonrío y asiento una vez mas con la cabeza- Creo que eres su ángel -sonríe tímida como si lo que acabara de decir hubiera sido estúpido- Le estas dando todo lo que siempre necesito.

- Carmen, no te quites el crédito. Tu también se lo has dado, has estado allí pese a todas las cosas. Creo que tu fuiste un gran sostén para que no haga algo estúpido- ella sonríe- Ambas van a lograr salir de esto que las atrapo por años, ya no están solas -sus ojos se llenan de lágrimas y extiendo la mano para coger la suya.

- Eres un buen chico -sonríe- Es muy lindo saber que Heather tiene un amigo como tu.

Sonrío ante la palabra amigo y niego con la cabeza.

- Quisiera ser mas que amigo, pero me conformo con eso -ambos sonreímos. Heather entra a la cocina frotándose los ojos y bostezando. Cuando pongo atención a ella, puedo notar que tuvo una noche tranquila. Al verme me sonríe de forma tímida.

- Creí que te habías ido.

- Se que te dije que me iría cuando te hubieras dormido, pero... me dormí -me encojo de hombros, y ella asiente. Coge una taza y se prepara un té. Heather platica con Carmen y por un momento siento que no estoy allí. Estoy desayunando mientras las escucho hablar, Heather le había dicho que planeaba cambiar los colores y la decoración de su habitación, Carmen estuvo absolutamente de acuerdo. Ahora estaban hablando de la junta de hoy a la tarde, pude sentir los nervios de ambas.

- Tienen todo a su favor -digo pero ninguna me mira- Le darán los años que se merece.

- Lo se, solo no se como mirarlo -dice Carmen y Heather asiente como si le estuviera dando la razón.

Save her (2014)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora