Capítulo I- Cómo empezó todo.

12.7K 380 87
                                    

Todo inició un frío diciembre en casa de mis abuelos, yo tendría al menos unos seis o siete años y mi vida era tan perfecta cómo la de cualquier otra cría. Casualmente cada que iba de visita con mis padres a ese lugar, Peter, el hijo de los vecinos de enfrente, cruzaba la calle como rayo tan solo al verme llegar. Debo admitir que él me encantaba, y no de una manera descabellada, si no por cómo nos divertíamos al jugar con el lodo y algunas otras veces con el balón de mi primo Jordan, el culpable de todo.

Peter y yo jugábamos como siempre a hacer pastelillos con agua y tierra, solo que había un ligero problema, nos hacía falta algún platillo en dónde servirlos para poder “comerlos”, buscamos incansablemente a mis abuelos y a mis padres para que nos dieran algunos de la cocineta pero recordé que antes de empezar a jugar mi madre dijo: -Keny, tu primo los estará cuidando por un rato. Sean buenos y obedezcan. Cualquier cosa que necesiten, él les ayudará.-

¡Vaya! Nunca debí de haberle hecho caso a mi madre. Peter y yo, nos dirigimos a la habitación de mi primo Jordan, era un chico alto y delgado a mi parecer, con el cabello revuelto y ligeras ondas doradas, en ese entonces él tenía unos dieciséis años  y que grande fue nuestra sorpresa al llegar a su habitación.

La puerta de su cuarto estaba ligeramente entre abierta y pudimos ver que con él estaba una chica, pensamos en no hacer mucho ruido pues siempre se molestaba cuando hablábamos fuerte. Asomamos un poco la cabeza para poder hablarle quedito, pero nos demoramos al ver que Jordan se acercaba a la chica y comenzaba a acariciarle el rostro, después unió sus labios a los de ella y parecían estar muy felices pues ambos sonreían… Solo que después de un rato las cosas se pusieron muy extrañas. Él la tiró en la cama, empezó a quitarle una que otra prenda de ropa haciendo movimientos muy raros, Peter y yo nos asustamos tanto que nuestra reacción fue hacernos hacia atrás y cerrar la puerta despacio, pero para terminarla de amolar cuando ya no pudimos ver nada, la chica empezó a hacer sonidos extraños como si la estuvieran matando. Creo que ese beso le ha de haber dolido demasiado, y fue entonces cuando me juré que nunca besaría a ningún chico, por lo menos no hasta que estuviera preparada para el dolor que sufrió aquella pobre chica. Aún puedo escucharla por todos lados, incluso en las novelas que a veces mi madre ve por las noches y que insiste en taparme los ojos cada que sale una de esas escenas.

Pero bueno, gracias a que mi primo Jordan me mostró sin él saberlo que es lo que era un beso puedo pensar dos veces antes de intentarlo, y no solo lo pienso dos veces… Si no un millón.

Peter y yo ya no hemos vuelto a hablarnos, y no por lo que vimos ese día, si no por lo que pasó dos años más tarde.

~*Recuerdo:

Fue una tarde de verano llena de calor intenso, los pajarillos cantaban entre los árboles del jardín principal de la casa de mis abuelos, crankie, -el perro de Peter- estaba echado al lado de nosotros dos mirando las formas de las nubes. De repente sentí como Peter se acercaba un poco más a mí y me tomaba de la mano, eso se sintió realmente bien, un cosquilleo me hormigueaba por todo el cuerpo y se me dificultaba pasar saliva, incluso hablar.  

-Kendra, ¿Quieres ser mi novia?-Dijo tímido y espontaneo.

- Si- Contesté  sin saber lo que venía.

Él giró su rostro hacia el mío y empezó a acercarse cada vez más con los ojos cerrados, lo único que vino a mi mente en ese momento fueron los gritos de la chica que estaba con Jordan aquel día y lo mucho que parecía sufrir. –Yo no estaba preparada para eso todavía- No lo podía permitir. Antes de que diera su golpe de gracia alejé un poco mi rostro y con una mano tomé tierra del suelo mientras cerraba mi puño y cuando menos lo imaginó lo lancé a su boca, el empezó a escupir lodo y  yo me paré lo más rápido que pude yendo a encerrarme a la lacena de la cocina y no salí de ahí hasta que dio la hora de irme a casa.

Desde entonces él me volteaba la mirada cada que me lo encuentro por la calle o lo veo por la escuela, nunca más se ha vuelto a cruzar a nuestro porche y no creo que algún día lo vuelva a hacer, claro que aunque no jugaríamos ahora a los pastelillos de lodo, podríamos platicar de algunas otras cosas pero eso ya no será posible, ni de aquí a un millón de años. 

~~*

Nueva historia. Espero les encante, voten y/o comenten. Ya saben que eso es lo que más me inspira a seguir escribiendo. 

Digánme: ¿Cómo fue su primer beso? 


ஐ MI PRIMER BESO.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora