Capítulo VI- La semana de rumores.

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Ya había pasado el fin de semana y pensé que lo ocurrido en la nochada del viernes ya era parte del pasado… Pero para mí mala suerte no lo era.

Cuando llegué al colegio Karla me recibió con los brazos abiertos, algo realmente extraño puesto que ambas éramos más de la idea de que un ligero golpe en el brazo era más que suficiente para demostrarnos el afecto. Ya que me tenía acorralada dijo en un pequeño susurro:-¿Es cierto? ¿Por qué no me lo contaste?-

En ese momento no entendía nada de lo que Karla trataba de decirme, la observé confundida, giré mi rostro a todos lados y noté como en toda la escuela había grupitos mirándome con asombro y cuchicheando de algo que no estaba enterada. Karla seguía sin decirme ni una sola palabra de lo que ocurría cuando llegó Mielany con superioridad a decir:- Vaya… Tú sí que te lo tenías escondido. De mojigata, a ZORRA.- Hizo especial énfasis a la última palabra.

-¿Qué? ¿De qué hablas escoria de la vida?- Dije con desprecio como si no fuera suficiente su presencia, venir a insultarme ese estorbo.

-¡No te hagas la mustia! Ya todos sabemos que te acostaste con Benjamín y después lo votaste. De verdad que no te cansas de dar de que hablar. Pobre Benjamín… Con qué tipo de tipeja se vino a en redar.- dijo cizañeramente.

-¿qué? – Mi estómago dio un vuelco y mi cabeza se sintió tan irritada que pensé que estallaría. Mi mente se nubló y me atacó la ira del momento, hice a un lado a esa peli-roja, -senos de vaca- con toda mi fuerza y emprendí un recorrido hacia el salón de Benjamín.

Al llegar vi que no estaba muy dolido por mi supuesto abandono. Se encontraba en una de las jardineras sentado con toda su bola de amigos riendo como si estuvieran regalándoles moneditas de oro. Me encaminé hasta él y cuando ya estaba postrada frente a su cuerpo el muy cínico dijo:- ¿A qué vienes? ¿No te bastó con lo de la otra noche? ¿Vienes a pedirme perdón?- Dijo con una cara de sufrimiento fingida.

Volteé hacia todos lados esperando que nadie hubiera escuchado eso, pues parecía como si de verdad yo hubiera participado en un acto tan…. ¡Ah! Con ese patán. Era demasiado tarde, ya toda la escuela nos rodeaba para escuchar lo que tenía que decir. –Hasta Peter estaba al final del pasillo como no queriendo la cosa-. Me armé de valor y exterioricé:- ¡Vaya Benjamín! Estás presumiendo demasiado ¿No crees?  ¿Por qué no les dices a todos la verdad?... Que no pudiste responderme porque tu juguetito no funcionó-  Todos se echaron a reír cuando dirigí  la mirada hacia su miembro con lastima y Karla me felicitó con un abrazo y uno que otro brin-coteo.

Si bien no había sido la mejor respuesta, por lo menos ya se había desmentido que había estado con él. Aunque quedara en el historial que había intentado tener…. “Eso”  era mejor que quedar como una perra ante el colegio.

Después de ese suceso Mielany no me dirigía ni la mirada, y ni falta que me hacía, tal vez haya sentido envidia por yo ser el centro de atención esta vez y realmente me alegro. En cuanto respecta a chicos creo que lo mejor es estar sola por ahora. Bueno… Eso creo.

Ahora seguro otro rumor será el que deambule por los pasillos. 

ஐ MI PRIMER BESO.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora