Capítulo 08.

7.6K 567 39
                                    

Desgraciadamente, biología no era la única asignatura que compartía con Bieber. La última clase que tenía en el día era química, en la cual también estaba Justin conmigo.

—¿No es genial tener biología y química juntos? —escuché la voz de Justin detrás de mi oreja. Di un salto, asustada, y me giré, podiendo mirarle a la cara—. Ya sabes: en biología se estudia el cuerpo humano, y química... Bueno, no hace falta decir que hay mucha química entre nosotros.

—La química que hay entre tú y yo es la misma que hay entre una piedra y un pez.

Justin rodó los ojos, sentándose sobre mi mesa. Aún así me sacaba una cabeza.

—¿Ya tienes el vestido?

Por un momento me quedé pensando a qué se refería, pero después caí en que se refería a la cena de sus padres a la cual yo tenía que ir.

—Sí.

—Genial, estoy deseando verte en él.

Una mujer mayor entró en la clase, estresada.

—Buenos días chicos, sentaos cada uno en vuestro sitio y sacad el libro. Abrirlo por la página 104.

Saqué el libro de mi mochila a la vez que miraba los libros de la demás gente, asegurándome de que era el mismo. Y así era, era exactamente el mismo. Suspiré aliviada cuando sentí la voz de la mujer dirigiéndose a mí.

—Se ve que tenemos a una nueva persona en clase, ¿no? —sus ojos se fijaron en mí y asentí, seguramente, sonrojada—. Eres Lexie Dellinger, ¿verdad? —asentí de nuevo, incapaz de pronunciar palabra ante todas las miradas que tenía encima de mis compañeros—. Un gusto de tenerte en clase, señorita Dellinger, yo soy Stark, Katherine Stark.

—Encantada señora Stark —le sonreí, intentando no ser tan seca el primer día.

—Si quieres, por ser el primer día, puedes ponerte al lado de algun compañero para guiarte un poco sobre lo que estamos dando.

Asentí, devolviéndole la sonrisa que me había lanzado. Miré a Justin, el cuál me acrivillaba con sus ojos. Estaba sonriéndome, esperando a que le dijera que sí. Pero no iba a darle ese privilegio. Ya lo había tenido que soportar en clase de biología, y tendría que hacerlo durante mucho tiempo más, así que no iba a pasar una hora más a su lado.

Desvié la mirada hacia Gwen, la cual me asintió de inmediato.

Me levanté de mi silla y me dirigí a la de Gwen con la silla. No era necesario arrastrar la mesa —ya que mi fuerza no era gran cosa y la mesa pesaba lo suyo— y ganarme la mirada de todos por segunda vez en cinco minutos. Pero entonces Justin se levantó y se acercó a mí.

—Permítame que la ayude, señorita Dellinger —me susurró al oído para después levantar la mesa como si de una pluma se tratase.

Rodé los ojos, caminando hacia Gwen.

No era necesario que hiciera eso, más que nada porque ya había aceptado a ir a la cena de su familia con él esa noche.

Mierda, era esa noche y ni siquiera tenía el vestido. Le había dicho que sí cuando en verdad era un no. ¿De dónde iba a sacar un vestido bonito para esa misma noche? Gwen me sonrió, y en ese momento supe que ella era mi salvación.

Justin colocó el pupitre al lado del de Gwen y después me sonrió. Yo también le sonreí, cínicamente. Me senté en mi silla y abrí el libro por la página que la señora Stark había dicho.

—Oye Gwen —dije, llamando la atención de ella, que estaba concentrada en el texto y las fórmulas que había en el libro—. Me temo que necesito que me hagas un pequeño favor.

Blackmailer ➳ j.bDonde viven las historias. Descúbrelo ahora