Capítulo 18.

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Las pizzas ya estaban listas sobre la mesita que estaba en el centro del salón, Finn estaba sentado en el sofá y Cedric estaba a punto de llegar. Acabé de preparar la mesa, sacando la bebida y alguien tocó al timbre.

Me dirigí hacia la puerta para abrirla y revelar a alguien a quien no esperaba. Justin estaba de pie, con un gran ramo de rosas azules en las manos y una sonrisa encantadora (aunque me costase aceptarlo) en el rostro.

—Por tu cara podría decir que no soy a quién esperas —entró sin nisiquierani siquiera pedirme permiso ni esperar a que me apartara de la entrada.

—Bingo, has acertado. ¿Qué peluche quieres; un oso o un perro? —imité a los feriantes, rodando los ojos al tiempo que cerraba la puerta detrás de mí—. ¿Qué haces aquí?

—Vaya, yo también me alegro de verte, cariño —se giró y me dio un corto beso sobre los labios, entregándome el ramo de flores pero no sin antes susurrarme al oído—: Espero que hayas cumplido con lo que te pedí hace unas semanas, Dellinger —tragué saliva y me eché un poco hacia atrás, recomponiéndome—. Un ramo de las flores más bonitas para la chica más bonita.

La sonrisa irónica que tenía sobre los labios era el único indicio que me decía que estaba siendo sarcástico y nada de lo que decía iba en serio. Era un tan buen farsante que cualquiera se lo hubiera creído.

¿No podrías ser un poco más creíble? —le susurré de vuelta, mintiendo, ya que había sonado de todo menos falso.

De repente apareció la cabeza de mi hermano por encima del sofá, queriendo ver lo que estaba pasando a sus espaldas con su hermana pequeña y el tío que le estaba haciendo la vida imposible.

—¿Qué está pasando aquí? —se incorporó para vernos mejor y en su rostro solo se podía ver asombro—. ¿Me puede explicar qué está haciendo este tío dándole un ramo de rosas a mi hermana? Y encima azules, su color favorito. ¿Justin? ¿Lex? ¿Algo que no me hayáis contado?

—Finn, ¿cómo va esa recuperación? —le dio un par de palmadas en el hombro a mi hermano, quién se quedó aún más sorprendido si eso era posible—. Veo que tu hermanita ha estado demasiado ocupada cuidándote y se le ha olvidado contarte una cosa. ¿Verdad, Lex?

—¿Ahora también te llama Lex este hijo de puta? —esta vez me miró a mí, alzando una ceja y yo me limité a sonreír. ¿Qué más podía decir? ¡Ni siquiera me había acordado de lo que tenía que haber hecho por Justin!—. Y tú, no me vuelvas a tocar si no quieres acabar con las piernas rotas.

Sonrió irónicamente y apartó la mano que Justin había dejado en su hombro después de haberle dado las palmadas.

—Esto... Finn... Se me olvidó por completo contarte que estoy con Justin. He estado tan liada últimamente que ni siquiera se me ha pasado por la cabeza —sonreí, intentando que no pareciera falsa—. ¿Lo siento?

—Tú, Lexie Dellinger, mi hermana, sangre de mi sangre, ¿me estás diciendo que estás saliendo con este ser de aquí? —dijo señalando a Justin.

Asentí y me agarré a Justin por la espalda, con el ramo de rosas azules (precioso, por cierto) aún en la mano. Pocas veces había estado tan cerca de él sin ser obligada a estarlo, y por primera vez podía inhalar su aroma a tabaco y perfume, del caro.

—Ajá, tu hermanita no ha seguido tus consejos de hermano mayor, ¿eh, cuñado?

Noté como mi hermano apretaba la mandíbula y me lanzaba una mirada queriendo decir algo como 'como no se calle, le voy a callar a puñetazos', así que opté por interrumpir y apartar a Justin de su espalda.

Cuando vi a Justin sentando en uno de los sillones del salón mirando la televisión en silencio con Finn me fui a la cocina a poner el ramo de rosas en un jarrón con agua. Eran muy bonitas, a decir verdad, y encima azules; amaba el azul.

Cuando las coloqué en el jarrón me di cuenta de que había algo más ahí a parte de las flores. Era una pequeña tarjeta de color crema con un lacito azul también. La abrí curiosa y leí:

"Para mi no novia favorita. ¿Ya sabe Cedric nuestro romance? Y si te lo preguntas, estoy aquí para comprobarlo. Me he enterado de que hay comida familiar, así que me he auto invitado.

Atentamente, tu no novio."

Arrugué la nota y la tiré al cubo de basura, echando humo por las orejas. ¿Cómo se había podido enterar de la comida si todo ha sido planeado sobre la marcha? Rodé los ojos y de repente escuché el timbre de casa como había sonado minutos antes.

Fui hacia ella al ver que ninguno de los dos vagos que estaban sentados en el sofá se levantaban a abrir, y esta vez sí era quién yo me esperaba.

—¡Cedric! —me abracé a él y aspiré su perfume, bueno pero no tanto como el de Justin—. Te estábamos esperando, todos.

—¿Todos? ¿Quiénes son todos?

Sonreí y le conduje hasta el salón después de cerrar la puerta detrás de él. Sus ojos no tardaron mucho en encontrarse con la figura de Justin perfectamente acomodada en el sillón.

—Bieber —intentó sonreír Cedric, forzando la misma sonrisa forzada—. Menuda sorpresa.

Finge que te cae bien —susurré en las espaldas de Cedric—. Solo haz ver que es un buen tío. No preguntes.

Cedric me miró confundido y se limitó a seguir mis órdenes.

No me acordaba del trato que tenía con Justin, así que no había podido preparar nada. Solo me quedaba recurrir al plan B; inventarme algo para que Cedric se creyera que tenía que fingir que a él le caía bien y hacerle mi cómplice a pesar de que utilizaría eso en contra de Justin en un futuro, ó seguir con el trato que tenía con Justin y explicarle más tarde cuán enamorada estaba de Justin.

*         *         *

Upsssss, me parece que esta comida será entretenida...

Lo siento por haberlo hecho tan corto, pero quería subir ya el capítulo así qué JAJAJA

También os quiero pedir que si por favooooor os lo suplico que os paséis por mi primer OS de Justin, que se llama Luxury Resort y que lo podréis encontrar en mi perfil.

Bueno, ya está :) un besito a todo el mundoooooo

Mire, ♥


Blackmailer ➳ j.bKde žijí příběhy. Začni objevovat