Capítulo 17

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Capítulo 17 

Me desperté como si fuera la mañana de Navidad. Y mi felicidad duró lo que tardé en bajar la escaleras hasta la cocina y, encontrarme a Richi esperándome para, con tono amenazador, decirme que tenía que hablar conmigo.

 -¿Gerald? ¿De verdad, Arthys?

 -No tengo trece años, hermanito- Le dije, empujándolo con la cadera para coger una taza y servirme café. 

-Es mi amigo.

 -¿Acaso te acuestas con él?- Le espeté de mala gana

-No. Pero tampoco querría que lo hagas tu. 

-¡Oh, dios mío, Richi!- Resoplé, se agotaba mi paciencia y mi felicidad se había evaporado-. No puedes seguir siendo mi perro custodio. Madura, hermano... Además, ¿Cómo coño te has enterado?Sus facciones cambiaron, inspiró y se sentó en la mesa con su taza de Micky, la cual tenía desde que era un crío. -Hablo anoche conmigo, cuando todos se fueron. Me pidió permiso para salir contigo. Y obviamente le dije que no... 

-¿Pero tu eres gilipollas o te lo haces?  

Levantó la mano para que parara mi rabieta y continuó: 

-Me confesó que lleva años enamorado de ti y que nunca ha pasado nada por respeto a mi. Supongo que es reciproco si te pones así por él. 

Estaba completamente anonadada. Mi hermano había pasado de ser el perro del infierno a... mi hermano. Joder, si que habían cambiado cosas en mi casa desde que me había ido. 

-Lo es

. No pensaba contarle la historia nunca. Me negaba. Vale que era una persona más racional, pero ahí a contarle que su hermana pequeña se dedicaba a hablar con señores en una línea erótica creo que era rizar mucho el asunto. Algunas veces la gente vive mejor en la ignorancia, y ese era el caso de Richi. Me miré en el espejo, con mi vestido negro de margaritas, el pelo recogido en una coleta y las mejillas sonrojadas. Lo cierto es que hacía tiempo que no me veía así... Feliz.

 Continuará...

¿Hola? Línea eróticaWhere stories live. Discover now