🎇Quince🎇

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YoonGi se encontraba esperando a JiMin, el pelinegro estaría a unos minutos de llegar.
Luego de su semana fuera y que Mark le informara de todo lo que sucedía alrededor de su precioso chico, había citado al menor a un hotel, recibiendo una respuesta afirmativa.

Suspira pues la hora en su reloj indica que ya son las cinco y veinte. Y JiMin no parece que vaya a aparecer... sin embargo ese pensamiento se corta cuando la puerta de la habitación se abre dejando ver al pelinegro que llega sonriendo.

YoonGi podría asegurar que no ha visto una sonrisa mas cautivadora que la de Park JiMin. Nadie en su sano juicio podría decir que JiMin no es una belleza, no solo su deleitable fisico sino que también su aura, algo reservada pero agradable. Es verdad, él conoció al chico en medio de una noche de alcohol, pero aunque una parte de él le dice así mismo que no lo obligó, su parte humana, le hace creer que esa noche fue solo porque ambos estaban ebrios y que se aprovechó de la cantidad de alcohol que el chico había ingerido.

Trata de obviar ese sentimiento que se acumula en su interior a la altura de su pecho. Ha olvidado la última vez que sintió culpa por sus acciones, no le importó cuando uno de sus empleados se había equivocado con algunos recursos contables, no era la primera vez que sucedía y lo despidió, aunque tampoco es que se haya sentido mal al saber días después que el hombre robaba y de foma adrede colocaba mal las cifras. Tampoco sintió culpa cuando TaeHyung se lastimó al ayudarlo. YoonGi era el tipo de hombre que pensaba "te metiste en el problema, solucionalo", no quería que nadie lo ayudara cuando en una noche pasado de copas se metió una pelea. TaeHyung se involucró y le dieron una buena golpiza al igual que a él.

Pero al ver a JiMin acercarse y sentarse en sus piernas, ese brillo en sus ojos o la forma en que la bonita sonrisa se dibujaba en sus labios, le hizo sentirse culpable... nunca lo obligó ya que el menor tomó la decisión también de acostarse con él e incluso tomó su dinero para irse, dejando una nota. Ese hecho le hizo saber que JiMin no sería otro tipo que quería cosas lujosas o de marca para ser impresionado. Que lo buscaría solo por dinero o sacarle cuanto pudiera para luego desaparcer, después de todo, su billetera tenía en efectivo mas de dos millones de wones, y solo le hacían falta algunos cientos.

YoonGi fue movido por otro síntoma humano. La curiosidad. Estaba curioso a la reacción de JiMin, como admite cada vez que tiene oportunidad consigo mismo, lo que el desea de JiMin va mas allá de algo que pueda comprar con todo el dinero del mundo. Porque esa forma tan apasionada de ser besado y acariciado no se la podría nadie más...

Le ha mentido a JiMin, la tarjeta es de su propia cuenta de banco. YoonGi no le paga directamente mes a mes, JiMin podría usar esa tarjeta en cuanto le diera la gana y él solo pagaría. Para su sorpresa el chico solo ha usado su tarjeta para comestibles. Suspira al sentir a JiMin besar su cuello, enredar sus dedos en su cabello y tirar de las mismas hebras despacio y pausado.

No sabría realmente como es que JiMin tiene ese poder de hacerlo enloquecer, ninguno de sus parejas de una noche podían lograr algo parecido, nadie. JiMin era muy diferente, poseía una belleza erótica y sentía con cada uno de sus poros el calor y placer mezclados. JiMin siempre le ha hecho disfrutar de cada momento en que comparten intimidad, incluso no podría jamás poner al mismo nivel a JiMin y a sus ex parejas, nunca le llegarían a los talones.
Ni siquiera su ex prometida... jamás podría ponerla al mismo nivel que tiene a JiMin.

Es como sí JiMin pudiera leerlo solo con mirarlo, saber lo que necesita solo con tocarlo, la forma en que necesita ser besado, justo como en ese momento. JiMin le besa suave sin presiones o apuros. Solo dejando a sus labios conocerse... otro detalle, deja que JiMin lo toque a su antojo, lo bese directamente... a sus parejas de una noche no les permitía eso. YoonGi no dejaba que nadie lo tocara mientras tenían sexo, le causaba hasta cierto punto repulsión que lo tocaran... pero a JiMin... le permitió hacerlo. Le permitió incluso que le ordenara, como esa vez donde usaba lencería y lo dejó en la cama a la espera de tocarlo. YoonGi deseaba tocarlo desde que lo vio con esa prenda oscura brillante que acentuaba el tono de su piel de manera perfecta.

Le gustaba la forma en que sus manos sujetaban la cintura de JiMin, la facilidad con la que el chico lo provocaba en el buen sentido, llevandolo incluso a deseae más... en su mente, preferiría que JiMin viviera con él. Podría ahogarlo en placer cada noche, durante las madrugadas... a cualquier hora del día...

Con lentitud se levanta dejando su copa de lado, copa que casi resbala ante las emociones que JiMin le proyecta, pero logra dejarla estable sobre la mesa, lleva a JiMin en brazos sin dejar los besos en sus labios, disfrutando de la forma en que esas manos presionan su rostro impidiendo que se aleje.

Una vez llegan a la cama, JiMin insite en mantener sus labios juntos y YoonGi esta de acuerdo, en dejar en claro la forma en que lo desea. Que es algo descomunal apoderandose de él, que no quiere verlo con nadie mas, que nadie descubra la forma tan sublime de llegar a su propio placer, solo él quiere verlo...

Obvia sus pensamientos un poco cuando se ha dado cuenta que JiMin esta sobre su cuerpo, besandolo y manteniendolo firme, solo puede enderezarse... ni siquiera se había percatado que la ropa ya no les vestía, que sus pieles se rozaban... y a YoonGi eso le fascinaba, le gustaba el calor que producía el cuerpo de JiMin cuando se tocaban. Era algo indescriptible, no tenía palabras, solo sabía que tanto su cuerpo como mente recibían muy bien los estremecimientos del cuerpo del menor. La forma en que jadeaba cuando lo penetraba, como en ese momento, los suspiros cuando besaba su cuello... YoonGi nunca sintió la necesidad de dejar marcas en el cuerpo de sus acompañantes de una noche, de hecho solo se quitaba su frustración, pero con JiMin, esa necesidad era algo patente en él, deseaba tocarlo y dejar marcas en su cuerpo, siempre eran discretas, y delicadas, dañar ese sublime cuerpo no estaba en sus planes...

YoonGi sonríe cuando JiMin ha llegado y momentos después él también... su sonrisa se amplía al ver al menor sonriendo en su dirección, tan satisfecho como él...

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¿Cómo sintieron este capítulo? ¿Qué piensan sobre YoonGi?
Solo quiero aclarar que YoonGi rn ningun momento ha visto a JiMin como un juguete sexual o algo parecido. Tampoco es una relación estilo daddy kink...
Este capítulo fue una vista de lo que YoonGi piensa... podrán conocerlo mejor conforme avancemos...

Me sorprende como muchxs se han ido añadiendo a la historia, gracias por su apoyo y darle amor a mis fics.

Nos leemos...

Yk...

Del placer al amor 《yoonmin》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora