A un kilómetro de ti II (Jackson Wang)

Capítulo 2

Profundidad

Narra Jackson

La cara de Grettel era de deconcierto, abrió la boca y la cerró, hasta que el sujeto habló. 

Chico- Hola.- Dándome la mano- Soy el novio de Grettel.- Iba a decir algo cuando alguien contestó por mí.

Grettel- Es un amigo de mi padre, un... tío.- Al oír esa palabra sentí lo mismo que habrá sentido ella cuando la traté de sobrina en años pasados- Jackson Wang.- Asentí- Él es mi novio...- Traté de sonar simpático ante la situación.

Jackson- Lo acabó de decir.- Reí fingido.

Kang- Mi nombre es Song Kang, pero puedes decirme Kang, un gusto.- Terminó por estrechar su mano con la mía.

Jackson- Bueno, Grettel me alegró verte.- Tragué mis sentimientos encontrados.

Grettel- A mí igual.- Agarró la mano del chico- Nos estaremos viendo.

Kang- Pásale tu número, así lo invitamos a comer. 

Grettel- Lo tiene, se lo pasé.- Mintió, entonces decidí molestarla.

Jackson- De hecho no llegué a anotarlo bien, ¿Me lo repites?

Grettel- Claro.- Tensa, carraspeó y me lo dictó- Nos vemos. 

Kang- Adiós.

Jackson- Adiós.- No sabía si iba a hablarle, pero tenía un contacto.

Se marcharon y yo tenía el número de esa jovencita, ¿Para qué? Quizá no le envíe nada, ambos por lo visto tenemos una vida hecha. Le pedí para ponerla nerviosa, eso no ha cambiado de ella, sigue siendo transparente. Lo que sí me chocó fue la mentira, cosa de que le siguiera el juego y la dejara ir. 

Jackson- ¿Un momento?- Miré la hora- El trabajo, maldición. Llegaré tarde.- Caminé de nuevo a la parte del andén, tenía que venir otro tren urgente y de seguro llegaré tarde.

La sentí extraña, vacía, y... me provocó algo verla aferrada a otra persona, no me molesta que esté enamorada, que sea feliz porque eso le deseé antes de irme, sin embargo tampoco eran celos, ¿Podría llamarse dolor? No, eso es imposible, son años de no tenernos, ese tipo de sentimientos se los dejo a los jóvenes, yo estoy pisando los cuarenta.

En el trabajo tuve que explicar por qué me tarde, mentí obviamente. Y para la salida fui directamente a la cena, con los ánimos confundidos y enredados como una madeja de hilo.