A un kilómetro de ti II (Jackson Wang)

Capítulo 31

La misma esquina

Narra Jackson

Grettel- ¿Qué pasa?

¿Qué no me pasaba? Luego de deshacernos de todos, con mentiras y más mentiras, vinimos al sitio donde nos cachó aquel niño hace años atrás, donde también terminamos lo que empezamos, haciéndolo sin restricciones. 

Jackson- Tu madre...- Carraspeó y la miré.

Grettel- Supongo que te dijo algo cuando me fui con ellos.

Jackson- Afirmativo.

Grettel- Ya rompimos muchas barreras, ¿Qué pudo decirte mi mamá como para tener ese semblante?

Jackson- Me dijo una gran verdad y por eso me siento patético.

Grettel- Algo bromista- A ver, ¿Qué?

Jackson- Que no tengo los pantalones para pelear por ti.- Su sonrisa fue graduando hasta desaparecer- Será por eso que me siento estúpido porque lo que ella quiere es que deje de joderte.

Grettel- Tragó saliva- No me gusta hablar de esto.

Jackson- ¿Por qué? Tu madre tocó una gran verdad.

Grettel- No me gusta porque sé que si lo pensamos te echarás atrás y te irás como lo haces siempre.- Jugueteó con sus uñas pintadas de un color natural, barnizadas con el borde blanco- No puedo soltarte Jackson. 

Jackson- Hice el asiento hacia atrás- Ven.- Se quitó los zapatos y subió a horcajadas sobre mi cuerpo- Ya no hay nada que no te haya dicho preciosa.

Grettel- Si que hay pero te lo guardas.- Apretó los labios, no para llorar, sino como un lindo berrinche de niña, una de veintiocho años.

Jackson- Lo diré cuando lo crea necesario. 

Grettel- ¿Cuando me dejes definitivamente?

Jackson- Basta Grett, yo tampoco quiero tocar el tema.

Grettel- No tienes hijos reales con Tessa, son una pareja, lo superará, conmigo podrías tenerlos, soy joven.

Jackson- Para, para, no comparemos edades, ni con quién podría tener hijos o no, eso no viene al caso.- Tenía el ceño fruncido- No te enojes nena, por favor.

Grettel- Aproximó su cara a la mía- No sabes cuánto me muerdo por dentro por decírtelo.- Me besó- Pero te concederé en ser el primero.

Jackson- Tú dedícate para lo que eres buena.- Cogí sus muñecas y llevé sus manos a la hebilla de mi cinturón- ¿Qué dices?