A un kilómetro de ti II (Jackson Wang)

Capítulo 24

La verdad de mi vida

Narra Jackson

Retiré el nuevo auto de la concesionaria, se lo mostré a Tessa que un poco desanimada me felicitó y perdonó luego del típico discurso masculino en que el hombre se siente arrepentido. Y en cierto modo es cierto, lo estoy, no quería lastimarla, pero Grettel lloraba y tiraba fuerte de los hilos que hacen doler mi corazón.

Digamos que estoy ahorcado, no sé qué rumbo tomar, haría mucho daño de ambas formas, pero solo dolería una vez.

Jackson- ¿Lista?

Tessa- Lista.- Cerró la puerta del auto- Al menos mi ex no volverá a decir nada de ti sabiendo que te compraste un auto.

Jackson- Ese piensa cualquier cosa de mí. 

Tessa- Sí...- Dejó escapar aire, cualquiera podría pensar mal de mí con lo que le hice.

Jackson- Antes de que arranquemos el viaje, quiero que sepas lo arrepentido que estoy de todo.

Tessa- Ya hablamos de esto. 

Jackson- No, lo digo porque te siento tirante y estás en todo tu derecho, incluso de tratarme mal, pero no lo haces.

Tessa- Olvidemos todo, viajemos en paz a tu pueblo, visitemos a mi suegra y... solo disfrutemos.- Asentí.

¿Disfrutar? Qué amarga se volvió esa palabra con el correr de los días, Alyn era mi jodida piedra en el zapato, por más que la saque, yo mismo la metería inconscientemente mil veces si ella no me ponía un límite. Ese soy, el gran idiota, con una suerte tremenda, dos mujeres que no merezco, y una cara dura como una piedra.

Largas horas nos llevó ir al pueblo, algunas cosas cambiaron, como locales, la escuela donde iba y traía a Grett, la panadería en donde ella me compraba esos ricos panes que al parecer fue reemplazada por un kiosco.

Luego, el campo de flores, los bellos girasoles con el sol en lo alto.

Tessa- Woow, mira ese campo amarillo, parece sacado de una imagen computarizada.- Dijo alegre- Se parece a tu cuadro nuevo en la sala. 

Jackson- ¿Verdad que sí?- En realidad lo era- La calle está atestada de autos, deberé tomar un atajo.

Tessa- Bien. 

Jackson- Mira que es rustico.

Tessa- No me importa, a menos que estés preocupado por tu auto.

Jackson- Es grande, aguantará. 

Las ruedas rodaron por la calle de tierra, el mismo sitio, ese con el que soñé miles de veces mi pesadilla vívida los primeros meses de haberla dejado, el sitio donde terminé lo nuestro, mojada, con lodo en sus pies, destruida en vida, esa pequeña Grettel con tantas metas soñadas conmigo, la Alyn que me amaba solo y únicamente a mí, aquí se lo hice también.