Capítulo nueve

1.9K 209 71
                                    

Leah

El cuerpo de Ayden se tensa por completo al escuchar su voz. Se pasa una mano por el pelo y tras soltar un suspiro, se levanta. Puedo notar sus ojos fijos en mí pero no levanto la cabeza, mi mirada está fija en el suelo.

¿Qué hace Ivy aquí?

—¿Cómo estás? —pregunta ella, sin siquiera darle tiempo a responder antes de lanzarse encima suyo, abrazándolo. 

Juego con mis dedos de manera incómoda.

—¿Qué haces aquí? —pregunta Ayden, poniendo distancia entre sus cuerpos. Da un paso hacia atrás y me lanza una pequeña mirada.

—Te he llamado varias veces y no respondías.

—¿Cómo sabes lo que ha pasado?

—Tú madre me ha llamado justo cuando ha pasado para pedirme que te avisara —explica.

—¿Y no sabe avisarme ella?

—Bueno... no sé —se encoge de hombros —, igualmente no has respondido así que he llamado a tu padre para que te avisara él.

—Ya —asiente —, pero, ¿qué haces aquí?

—¿No es obvio? —suelta una pequeña risa que resuena por todo el hospital —. Quería ver cómo estabas.

Es entonces cuando subo la mirada y mis ojos se fijan en ella. Su pelo está recogido en una coleta alta, perfectamente hecha. Lleva puesto un vestido azul con flores y una americana encima, junto con un pequeño bolso que conjunta a la perfección.

Es entonces cuando nuestros ojos se encuentran.

—Leah... —murmura, sorprendida —¿qué haces aquí?

—Estoy...

—Estaba conmigo —Ayden me corta, respondiendo por mí. Cosa que agradezco porque no sabía qué decir exactamente.

—¿Contigo? —ahora la mirada de Ivy se fija en él.

—Sí.

—Claro, por eso no me has respondido —asiente, como si ahora lo entendiera todo, y sonríe un poco —. Será mejor que me vaya, solo quería ver cómo estabas.

La miro sorprendida, ¿de verdad se va? Se despide de Ayden y tras lanzarme una mirada rápida, sin borrar la sonrisa, da media vuelta y empieza a caminar hacia el ascensor.

Y yo ahora... no sé cómo sentirme.

Me sorprende saber que Ayden sigue tan en contacto con Ivy, tanto que incluso su madre le ha pedido que le avisara por lo que ha pasado con Noah.

Pensaba que... bueno, supongo que he sido muy ilusa al pensar que Ayden estaría dispuesto a alejarse de ella por mí.
Claro, no lo hizo hace un año y no lo hará ahora.

Me levanto de la silla justo cuando Ayden se está acercando. Me mira con confusión.

—¿Dónde vas? —pregunta.

—No lo sé —realmente no tengo ni idea de a donde quiero ir, pero no quiero estar con él —. A casa.

Doy un paso pero me agarra de la mano, haciendo que me quede quieta en el sitio.

—Espera —pide —, ¿por qué?

—Déjalo, Ayden.

—Leah...

—No es nada —me suelto de su agarre, pero por alguna razón no consigo moverme. Como si mis pies estuvieran clavados en el suelo del hospital, y es entonces cuando reacciono. Recuerdo donde estamos.

Entre nosotros dos | SEGUNDO LIBRO Where stories live. Discover now