Capítulo diez

2.2K 199 44
                                    

Leah

La canción de "Gorgeous" suena por los altavoces del coche.

Ya estamos volviendo a casa después de pasar toda la tarde con Noah. Ha sido divertido, aún después de haberse caído por las escaleras, ha actuado tan feliz como siempre, como si nada hubiera pasado.

Tan solo se ha roto un brazo, pero los doctores insisten en que se quede, al menos, esta noche en el hospital para asegurarse de que la recuperación va bien. Su padre se quedará con ella.

Cuando la he visto me he dado cuenta de lo mucho que ha crecido. Y me ha sorprendido lo ilusionada que se ha puesto al verme, estaba casi segura de que ni siquiera me acordaría de mi, tan solo la vi un par de veces cuando estaba con Ayden. Incluso se ha acordado de Laika.

Se ha emocionado tanto que me ha hecho prometerle que volvería a verla dentro de poco y he aceptado encantada. También me ha pedido que lleve a mi perrita, claro.

Ya está oscureciendo. Miro distraídamente por la ventanilla del coche mientras le lanzo pequeñas miradas a Ayden. ¿Qué se supone que tengo que preguntarle? ¿Cómo empiezo la conversación? Lo que me ha dicho su padre me ha dejado con muchas dudas y necesito hablar de eso, pero no sé como empezar.

Me doy cuenta de que está dándole pequeños golpes al volante, siguiendo el ritmo de la música. Sonrío inconscientemente y me quedo mirándolo más segundos de los necesarios.

—Dime —murmura divertido, tomándome por sorpresa. Debe de haber notado mi mirada.

Sus ojos se encuentran con los míos durante un instante antes de volver a fijarlos en la carretera cuando el semáforo se pone en verde.

Bajo el volumen de la música y empiezo a jugar con mis dedos, nerviosa. Sé que no le gusta hablar de este tema, y no quiero que se sienta obligado a hacerlo o algo por el estilo.

Entonces, antes de poder pensarlo dos veces, lo suelto sin más:

—Le hablaste a tu padre sobre mí.

Así es, directo y sin anestesia.

Veo como alza las cejas con sorpresa.

—¿Te lo ha contado? —pregunta.

—Sí, ¿es verdad?

—Claro —sonríe un poco.

—Pero... no lo entiendo.

—¿El qué?

—Pensaba que no tenías una buena relación con tus padres.

—Bueno es... tengo una mala relación con mi madre —explica —, con mi padre es diferente.

—¿Qué quieres decir?

No dice nada durante unos segundos, como si estuviera pensando la respuesta.

—Él hace bien de padre —murmura finalmente.

Abro la boca sorprendida. De verdad que no me esperaba esto. He estado asumiendo todo este tiempo que la relación que tenía con ambos era mala.

Entre nosotros dos | SEGUNDO LIBRO Where stories live. Discover now