Capítulo veintiuno

611 62 11
                                    

Mini maratón 1/2

Leah

Entrecierro los ojos ante la luz que se cuela por la ventana. Estoy muy cansada, siento que no he dormido nada.

Bostezo mientras me incorporo hasta quedar sentada en la cama. Ahora mismo lo único que me apetece es volver a tumbarme, pero me conozco y cuando me despierto me es imposible volver a dormir. Per lo que opto por ir a hacerme el desayuno.

Pero antes de poder salir de la cama, la mano de Ayden se posa en mi muslo.

—¿Dónde vas? —pregunta en un susurro.

—A desayunar.

—No.

—¿No? —sonrío, divertida.

Su mano se desliza por mi muslo hasta llegar a mi cadera y entonces acaricia mi espalda baja hasta agarrarme de la cintura. Tira ligeramente de mi para que me acueste junto a él.

Mi cabeza se apoya en su hombro y sus dedos trazan caricias por toda mi espalda. Me da un pequeño beso en la cabeza mientras con la otra mano me acaricia el pelo.

—No puedo volver a dormir —le digo.

—¿Quieres levantarte? —su voz suena cansada por lo que niego con la cabeza.

La mano que está acariciando mi espalda deja de hacerlo para posarse en mi cintura, y en pocos minutos su respiración se torna pausada. Indicándome que vuelve a estar dormido.

Me quedo con él durante lo que me parece una eternidad intentando conciliar el sueño, pero me es imposible.

Por lo que, después de pensarlo, opto por agarrar su mano y apartarla de mi cintura con cuidado de no despertarlo. Pero antes de poder moverme, vuelve a agarrarme.

—Te he preguntado si querías levantarte —murmura.

Lo miro. Está con los ojos cerrados.

—Pero tienes sueño.

—¿Y qué?

—Que tienes sueño.

—No entiendo tu punto.

Sonrío, divertida. Me acerco a él para darle un pequeño beso en la mejilla y cuando me aparto veo como sonríe también. Entonces hago otro ademán de levantarme, pero vuelve a tirar de mi para tumbarme a su lado, aunque esta vez caigo encima suyo.

—¡Ayden! —me quejo, riendo.

—¿Mhm?

—Déjame levantarme.

—No.

Apoyo mis manos en su pecho y vuelvo a intentarlo, pero es imposible. Suelto un suspiro, dándome por vencida mientras me dejo caer encima suyo.

—Así me gusta —murmura.

—Idiota.

—Mhm...

Entre nosotros dos | SEGUNDO LIBRO Where stories live. Discover now