Capítulo cartorce

2.1K 158 16
                                    

Leah

Cada vez que hago un ademán de abrir la puerta del coche, termino por esconder mi mano otra vez. No puedo entrar, no puedo. ¿Cómo se me ocurrió decirle que sí?

—Podemos irnos —Ayden me saca de mis pensamientos.

Subo la cabeza y nuestros ojos se encuentran. Insistió en acompañarme y aunque ayer no me gustaba la idea, ahora agradezco infinitamente que no se diera por vencido.

Niego con la cabeza en respuesta a lo que acaba de decir. No quiero entrar, pero tampoco quiero irme. Solo tengo que esperarme unos minutos.

—De acuerdo... —asiente con la cabeza.

—Háblame de algo —pido, casi desesperada. Necesito una distracción.

Frunce el ceño con confusión.

—¿De qué quieres que te hable?

—Cualquier cosa.

—Pues... esta semana empiezo a grabar una nueva película.

Abro la boca con sorpresa.

—¡Qué bien, Ayden! 

—Me gusta mucho el proyecto —sonríe ante mi emoción.

—Cuéntame de que trata.

—No puedo hacer eso.

—¿Por qué?

—Porque es confidencial.

—Pero ahora quiero saberlo... por favor —junto mis manos en señal de súplica y niega con la cabeza, divertido.

—Puedo contarte algunas cosas —accede finalmente.

—De acuerdo —doy pequeños aplausos y giro mi cuerpo completamente hacia él, interesada.

Ayden me mira fijamente, aguantando la sonrisa que vuelve a amenazar con aparecer en su rostro.

—Soy protagonista, la grabaremos aquí pero toda la película pasa en Italia, es de acción y romance y...

—¿Romance? —lo corto, sin poder evitarlo.

—Sí.

—¿Quién hace de tu pareja?

Suelta una carcajada ante la pregunta.

—Disimula un poco tus celos, cariño.

—No estoy celosa —miento, poniendo los ojos en blanco.

—Ya —sonríe.

—Piensa lo que quieras.

—La actriz es Samantha Williams.

No la conozco.

Siempre he tenido curiosidad por esto. ¿Qué pensarán las parejas de actores o actrices tan conocidos como Ayden, por ejemplo? Con tanta gente prácticamente enamorada de ellos, con las películas de romance que tienen que hacer... yo no estoy en esta situación pero puedo asegurar que nunca voy a ver una película en donde Ayden se esté besando con otra. Y claro que soy consciente de que es todo actuación pero igualmente no me gusta.

—¿Crees que ya estás más relajada? —pregunta él de repente.

Mierda, me había olvidado por completo del motivo por el que estamos aquí. Supongo que entonces sí que ha funcionado esto de distraerme.

—Sí —asiento.

—¿Entonces quieres salir ya?

Me encojo de hombros en respuesta, girando mi cabeza hacia la ventanilla.

Entre nosotros dos | SEGUNDO LIBRO Donde viven las historias. Descúbrelo ahora