Cómo llamarte amor II: En susurros.

EXTRA: SIMON

ADVERTENCIA: este extra contiene las escenas recortadas del manuscrito original de Cómo llamarte amor 2 que tendrían lugar en el transcurso del capítulo 27 de la novela.

HALEY

Jayden y yo hacemos el camino hasta mi calle hablando de lo que pasará mañana con mi primo Simon. Mañana es el día. Simon por fin se ha decidido a conocer a su madre biológica. Erin va a acompañarlo. Y, por supuesto, yo también voy. Jayden ha insistido mucho en venir conmigo para que no haga el viaje en coche sola, siempre que a mi primo no le parezca mal que él esté por allí. Cuando llegamos a mi portal, se planta ahí, dispuesto a despedirse y continuar el camino hasta su piso.

—¿A qué hora tenemos que salir mañana? ¿Me das un toque cuando vayas a pasar a por mí?

Me muerdo el labio, mientras una idea mejor cruza mi mente, incendiando mis pensamientos racionales a su paso.

—¿Por qué no subes y te quedas a dormir? Así mañana salimos directos, y... Bueno, la cama es un poco pequeña, a lo mejor eso es un problema.

—Eso no sería un problema en absoluto, Haley —murmura él, con los ojos clavados en mi boca—. Tú eres un poco pequeña también, así que no ocupas mucho.

Le pego suave en el pecho con la palma de la mano abierta. Sonríe de medio lado.

—Si no necesitas pasar por tu casa a por nada importante, supongo que la logística sería más sencilla si mañana por la mañana salimos desde el mismo lugar —sigo, mientras miro su boca yo también.

—En fin, claro, si es por la logística...

Me pongo de puntillas para besarlo. Responde a mis labios enseguida y pone las manos en mi culo, con todo el descaro, acercando mis caderas a las suyas. Los dos sonreímos cuando nos despegamos.

—Si te ves capaz de quitar las manos de mi culo, puedo abrir la puerta y subimos —propongo, burlona.

—Joder, siempre me pones las cosas difíciles —protesta, y yo suelto una risita.

Aparta las manos y las pone en alto, enseñándomelas. Asiento, conforme con su decisión, y saco las llaves del bolso para poder entrar al portal. No nos abalanzamos el uno sobre el otro hasta que estamos en el ascensor. A eso lo llamo yo fuerza de voluntad, en serio. Subimos el corto trayecto mordiéndonos la boca sin ningún cuidado, con su cuerpo atrapando el mío contra la pared del cubículo.

Abro la puerta de casa como puedo, con él pegado a mi cuerpo desde atrás y besando mi cuello. Su barba de un par de días me hace cosquillas, así que, cuando entramos, voy soltando unas risitas de lo más tontas. Nos separamos y nos hacemos los inocentes y formales en cuanto damos dos pasos dentro del piso. Brittany nos mira con una sonrisita desde el sofá del salón, y Tracy y Aaron, que ha llegado esta misma tarde, también paran la pequeña discusión que parecían estar teniendo en la cocina para prestarnos atención.

Jayden carraspea. Britt alza una ceja burlona. Tracy pone los brazos en jarras. Y yo escondo la mirada y cierro la puerta de un empujón, como si aquí no pasara nada.

—Hola —dice Aaron, rompiendo el hielo.

La verdad es que pensaba que la parejita se habría ido a cenar por ahí. Mark duerme en casa de Fer, claro. Y Britt... no sé muy bien por qué no contaba con Britt. Bueno, sí, tal vez porque suponía que, como casi siempre, pasaría la noche con Niall.

No es que me importe que me vean aparecer aquí con Jayden. Todos nuestros amigos saben ya más que de sobra lo que hay entre nosotros. Pero, aunque cada vez somos más cariñosos el uno con el otro cuando hay gente delante, aún nadie nos ha visto besarnos ni nada parecido. No es algo que hagamos cuando hay conocidos alrededor.