Cómo llamarte amor II: En susurros.

EXTRA: LA CONVERSACIÓN

ADVERTENCIA: Este extra contiene escenas eliminadas del manuscrito original de Cómo llamarte amor 2, que narran acontecimientos que en la versión final de la novela fueron modificados para adaptarse a los recortes y que sucederían inmediatamente a continuación del extra anterior. Espero que lo disfrutéis :)

JAYDEN

No me avergüenza reconocer que se me han subido las pelotas a la garganta. Tengo miedo, ¿vale? No por mi integridad física, ahora mismo eso me parece lo de menos. Lo que me preocupa es qué demonios estará pasando en la charla que Haley está teniendo con su padre acerca de nosotros.

La verdad es que a mi padre no le falta razón al meterse con nosotros por no poder aguantar sin besarnos ni cuarenta y ocho malditas horas. Pero, ¿cómo iba a resistirme? Debería haber pensado con la cabeza y no dejarme llevar por mi cuerpo y sus malditas apetencias, pero es que cuando Haley ha intensificado mi casto beso y me ha metido la lengua en la boca yo ya no podía pensar. De verdad que no. Todas las malditas neuronas fundidas. ¿Cómo iba a pensar en Cameron Parker en un momento como ese? Y ahora, por culpa de ese beso, puede que solo me queden unos minutos más de vida.

Ha merecido totalmente la pena.

Me sobresalto cuando una mano se posa en mi hombro y me giro de golpe para mirar a quien me ha tocado. Es solo Ashley, y eso hace que me relaje al instante y creo que hasta soy capaz de devolverle a medias la sonrisa entera que me ofrece ella.

—Míralo, qué tenso está —se burla mi padre, y me tira una servilleta de papel arrugada desde el otro lado de la mesa—. No sabes cuándo te va a llover la hostia, ¿eh, chaval?

Qué gracioso. Sí. Muy gracioso.

—Tyler —Lo regaña mi madre por enésima vez esta noche—. No lo empeores, anda.

Ashley se sienta en la silla que hay al lado de la que estoy ocupando yo. Me coge una mano para atraer toda mi atención hacia ella y me mira a los ojos, con cariño.

—Pasa de las tonterías de tu padre, cielo. Que yo sepa, Cam nunca ha matado a nadie. Y Haley sabe muy bien cómo manejarlo como a ella le da la gana, en cuanto hayan hablado volverá manso como un corderito —medio bromea—. Aunque estaría bien que nos lo hubierais dicho vosotros, ¿sabes?

Asiento, de acuerdo con ella.

—Sí. Ya lo sé. De verdad que íbamos a hacerlo, Ash. Es solo que no sabíamos bien cómo.

—Y que todos estábamos convencidos de que Cam iba a matarlo —añade mi padre, burlón.

Ashley sacude la cabeza y hace una mueca en respuesta al comentario de su amigo.

—No es que no nos esperáramos que pudiera pasar algo así. Desde el año pasado... Bueno, os hicisteis muy amigos. Os lleváis bien, tenéis cosas en común, es evidente que no os parecéis feos... En fin, son cosas que pasan cuando compartes tiempo con una persona, ¿no? Es normal y es natural y está bien. Enamorarse es bonito y no deberíais tener miedo de decirlo.

—¿Te parece bien? —pregunto, a pesar de todo lo que dice y el tono dulce en que lo hace.

Sonríe de medio lado, como si le pareciera un niño pequeño inseguro y eso le produjera cierta ternura.

—Me parece muy bien, Jayden. Y si no nos lo pareciera, ¿qué? Eso no iba a cambiar lo que sentís, ¿verdad que no? Lo importante es que os queráis bien y que os aportéis cosas buenas y cuidéis el uno del otro.

—Eso intentamos —murmuro.

Tengo ganas de abrazarla y dejar que me acune como cuando era pequeño e íbamos a su casa de visita o venían ellos. Me siento como un niño que necesita la aprobación de todos esos amigos de sus padres a los que admira. Y ahora entiendo a Haley cuando sufría por si lo nuestro cambiaría algo en su relación con mis padres, porque yo tampoco quiero que nada cambie con los suyos. Creo que Ashley no ha modificado su opinión sobre mí, pero Cam... No sé muy bien qué es lo que va a pasar con Cam.