EXTRA: LA PREBODA

1.9K 91 79
                                    

ADVERTENCIA: Este extra contiene escenas recortadas del manuscrito original de Como llamarte amor 2 que tendrían lugar entre los capítulos 39 y 40 de la novela.


HALEY

En la playa, tras salir del piso de Styles y encerrar allí todos los malos recuerdos, recupero el móvil del bolsillo y busco el contacto de la primera persona con la que siento la necesidad de hablar después de mi punto de inflexión. Escucho dos tonos y medio al otro lado de la línea antes de que descuelgue.

—¡Haley! Tía, ¿qué pasa? Me pillas terminando la maleta, dudo que pueda cerrarla, es posible que reviente. ¿A qué debo el honor de su llamada, señorita desaparecida? —habla Hannah casi sin pararse a tomar aire.

Sonrío levemente al oírla. Siempre me reconforta oír su voz, y mucho más saber que siempre está... a solo una llamada de distancia.

—Vas a estar aquí cuatro días, ¿crees que necesitas traerte toda tu lencería sexi? —me burlo, sin llegar a saludar siquiera.

—¡Por supuesto que sí! ¿Por quién me tomas? Una nunca sabe lo que se va a encontrar, y te recuerdo eso que dicen de que de una boda sale otra... O eres tú o soy yo, tía.

—Ve pensando dónde quieres ir de luna de miel.

—¿Qué pasa? ¿Estás bien? —corta lo distendido de nuestra conversación y se pone mucho más seria—. Ayer estabas rara por mensajes y ni siquiera me devolviste la llamada.

Tiene razón. Ayer todo esto del sobre con remite de Nuevo México me tuvo alterada y solo le mandé un mensaje para contarle que había aprobado mi examen con la moto y luego no le cogí el teléfono. Pensaba devolverle la llamada por la noche, pero mis compañeros de piso ocuparon todo mi tiempo haciéndome sentir mejor.

—Lo sé. Perdona. Estuve cenando y tomando cerveza con estos y se nos alargó la cosa. Ayer... Bueno, resulta que llegó un sobre a mi nombre a la fraternidad de Daryl, y tuve una pequeña crisis conmigo misma acerca de si debería...

—Ni se te ocurra ir a recogerlo, Haley —me corta Hannah.

—Ya lo he hecho.

—¡Pero, tía! —regaña, elevando la voz—. Y... ¿qué es? —curiosea luego.

Sé que no puede evitar ser cotilla, por mucho que piense que yo no debería haberme interesado por lo que contenía, ella se habría muerto de curiosidad durante días enteros.

—Lo ha enviado la abuela de Daryl. Me ha escrito una carta y ha metido algunas cosas... suyas o, más bien, nuestras. Me ha enviado las llaves del apartamento de Santa Mónica, dice que él quería que me lo quedara yo.

—Ni lo pienses. No vayas ni loca, ¿me oyes?

—Acabo de salir de ahí ahora mismo. —Cierro los ojos con fuerza y me aparto un poco el teléfono de la oreja en previsión de su grito.

—¡Joder, Haley! —chilla, justo como yo esperaba—. ¿Estás loca? No... ¿Cómo se te ocurre? ¿Por qué demonios tienes que hacer todo esto tú sola? ¿Por qué no has esperado a mañana? Yo habría ido contigo a recoger el sobre, a quemar las putas cosas, hasta a ese maldito piso si...

—Lo sé —digo en un tono lo suficientemente firme para frenar su discurso—. Necesitaba enfrentarme a esto yo sola.

—¿Estás bien? —pregunta, y suaviza mucho la voz.

Me tomo un par de segundos para respirar y tomar conciencia de mi propio estado antes de responder:

—Lo estoy. Estoy bien, Han, de verdad. Esto se ha acabado. Ya no quiero volver atrás. Quiero mirar hacia delante. Y necesitaba hacer esto para avanzar.

Cómo llamarte amor II: En susurros.Where stories live. Discover now