Sombras Oscuras: ¿Quién es Safwan?

CAPÍTULO 2

- Entonces... ¿Estás rompiendo conmigo? -pregunto con aburrimiento hacia Greck. Quién se supone que es mi "novio" desde hace dos años.

Aunque ahora parece que es mi ex novio.

- Sabes que ésto no tiene sentido, Eris. Estamos juntos, porque a nuestros padres les gusta la idea de tener éstas conexiones. Por conveniencia. Y la verdad ya me aburre -responde él con fastidio.

Nos encontramos en las gradas que están en una parte del inmenso campus de Sagesh High school. Hay unas pocas personas alrededor, y el equipo de fútbol americano practicando. Greck ha pedido un permiso para hablar conmigo, ya que es el capitán del equipo.

- ¿Entonces te has aburrido? -hablo irónicamente y luego me río-. Te has aburrido justo después de haberme follado, y ahora vas por carne fresca, supongo. ¿Una de las animadoras del equipo, tal vez?

- No seas absurda, Eris -intenta defenderse con firmeza-. Solo quiero terminar con ésto por las buenas. Eres una buena chica. Perfecta, según tus padres.

Me río más fuerte al escuchar el "según tus padres". Claramente la forma en la que lo dice suena burlona y sarcástica. Es evidente que él opina todo lo contrario.

«Menudo imbécil con el que he venido a parar.»

Greck continúa.

- Pero me he dado cuenta de que realmente no me gustas. Y ni siquiera menciones el sexo; solo fueron dos veces y ni siquiera lo he disfrutado tanto. Eres demasiado inexperta. Y eso quita mi interés.

« Un momento. Agárrenme aquí, porque sino lo mato.»

Tomo una respiración profunda y lo veo, sintiendo que podría lanzarme en su dirección y partirle el cuello de un solo golpe debido a mi rabia.

Acabo de sentir mi orgullo y mi dignidad siendo rebajados y eso no me agrada ni un poquito.

- ¿Sabes, Greck? -llamo su atención. Sueno demasiado calmada al inicio-. La verdad no entiendo qué diablos pasó por mi cabeza el día en el que acepté estar con una plasta de mierda como tú -suelto, ganándome una mirada sorprendida de su parte-. Porque siendo honesta, tampoco es cómo que seas el ser más impresionante que conozco. De hecho, resultaste ser más decepcionante de lo que podría haber imaginado - ¿Vamos a ser sinceros? Pues, venga. Quedarme callada no es opción. Suelto un suspiro fingido y simulo entristecer mínimamente, mientras camino alejándome de las gradas con tranquilidad-. Ah, por cierto. Creo que yo lo he disfrutado menos que tú -digo en voz alta, mientras me giro para disfrutar notarlo mirándome con los ojos aún más abiertos. Seguramente no esperaba que dijese algo cómo eso en voz alta y en un lugar en el que los que están presentes pueden escuchar-. Sé que soy muy buena aprendiendo. Pero lamentablemente he tenido el peor instructor para empezar.

Después de decir eso, me giro y avanzo.

- ¡Eris! -grita con enojo- ¡Tú madre sabrá esto!

- ¡Oh, vamos, pene diminuto! Quiero verte pasar esa vergüenza entonces. Será divertido -levanto mi mano y saco el dedo medio. Luego me despido aún de espaldas y termino de bajar las gradas hacia la parte trasera de éstas-. Imbécil de mierda -murmuro-. No me busques la lengua, porque de lo contrario solo encontrarás los colmillos de una víbora que lleva años concentrando su veneno.

- Interesante. Eso sonó poético.

Repentinamente escucho la voz en un tono algo bajo y sensualmente ronca de un hombre, lo que me toma desprevenida; provocando que dé un salto hacia atrás y caiga de culo al suelo.

Alzo mi vista algo distraída y agitada. Allí es cuando lo veo frente a mí. Una vez más.

- ¡Tú! -lo señalo-. ¿Acaso me estás siguiendo? ¿Eres un acosador?