CAPÍTULO 23

86 11 19
                                    


Una semana después:


Abro mis ojos y miro a mi alrededor.

Me levanto sintiendo un frío terrible cuando las mantas se deslizan sobre mi cuerpo y dejan mi desnudez al descubierto.

Una vez más él no se encuentra a mi lado cuando despierto.

Han pasado vários días desde la primera vez en la que estuve con Safwan. Desde entonces lo hemos hecho todos los días, tarde y noche. Cómo si no fuese suficiente para ninguno de los dos. De forma insaciable. Pero...

Al ver el lado vacío en la cama, suelto un suspiro.

«Desearía que se quedase

Safwan no se queda a mi lado luego del sexo. En ningún momento lo ha hecho. Cuando todo acaba, él simplemente se levanta y se va.

Puedo comprender lo que hace. Lo que sucede entre nosotros no es nada más que sexo. O eso me obligo a creer. Me intento convencer de que eso es lo único que puede pasar entre él y yo, pero honestamente en cada ocasión ese hecho me hace sentir bastante mal.

Me siento mal, porque sé que tengo sentimientos por él. Sentimientos que quizás él jamás va a corresponder. Eso lo supe desde que acepté ir por éste camino con Safwan. Sin embargo...

La sensación es espantosa. Al momento de tener sexo con él se siente jodidamente bien; es increíble, pero cuando el momento culmina y él se va, dejándome sola, se siente vacío para mí... El malestar que me embarga es terrible. Aún así no puedo evitarlo, y el bucle se repite cada vez.

Toda ésta situación me hace ser más consciente de lo vacía que estoy. Me hace saber qué tan sola puedo llegar a estar.

Cada vez que pienso en lo sola que me siento y lo poco que le importo a las personas, recuerdo que Mariah está allí... Pero es algo distinto. Ella tiene su propia vida.

En éstos momentos no tengo a Mariah y a Atlas a mi lado para sentir que tengo realmente a alguien conmigo. Alguien quién realmente me quiera. Alguien que no solo me vea cómo una persona a quién usar y luego hacer a un lado.

También, detesto el hecho de sentir que estoy dependiendo de alguna forma de Safwan.

Detesto no estar haciendo nada más que quedarme encerrada en ésta cabaña en medio del bosque frío y solitario.

Lo único diferente entre Safwan y yo ahora es el sexo, de resto él siempre se va sin decir nada. Se va en la mañana, lo veo hacerlo. Se va y cuando regresa es todo normal. Luego de alguna forma terminamos teniendo sexo. Por lo general ambos solemos buscarnos mutuamente, en eso no puedo mentir. Yo también busco estar con él de esa manera cómo si fuese una maldita necesidad. Pero viéndolo desde otro punto, también es cómo si buscase algo más en él. Cómo si necesitase desesperadamente algo proveniente de él.

No sé exactamente del todo qué es eso que tanto siento que necesito de Safwan, pero sé que me aterra sentirme así.

Y he comenzado a darme cuenta de todo eso después de esa primera vez entre nosotros.

«Estas son las consecuencias de dejarse llevar. Deberías saberlo y aceptarlo. Es tu culpa y solo tuya.»

Cierro los ojos con fuerza y niego para mí misma. Enrollo las mantas a mi alrededor y me levanto para poder salir de la habitación.

Cuando llego a las escaleras, veo a Safwan a media salida. Él se da cuenta de mi presencia y se gira a verme. Por unos segundos ninguno dice nada, solo nos vemos.

—Ya me voy —anuncia con desinterés—. Regresaré más tarde hoy. Tu comida está guardada en la alacena. No me esperes despierta —está siendo serio.

Sombras Oscuras: ¿Quién es Safwan?Where stories live. Discover now