Sombras Oscuras: ¿Quién es Safwan?

CAPÍTULO 10

5 años más tarde:

Bajo del auto.

Al colocar mis pies una vez más sobre el suelo de Sagesh y plantarme firme en mi lugar, me doy la oportunidad de observar todo a mi alrededor.

Respiro profundo el aire fresco y puro del pueblo.

La diferencia entre la ciudad y Sagesh es abismal. Incluso los colores. Por algún motivo, Sagesh siempre ha poseído un tinte oscuro y misterioso. Tal vez sea el bosque el que le da ese aspecto o quizás simplemente se debe al hecho de ser un pueblo con un clima bastante frío la mayor parte del tiempo. Por lo general, el sol en Sagesh no brilla con demasiada intensidad y hay días en los que simplemente el cielo se encuentra totalmente nublado, y la neblina que suele rodear el pueblo debido a las montañas más cercanas, se hace más espesa.

Aún con esa sensación de poca calidez, de alguna u otra manera me hace sentir bien regresar.

El pequeño detalle es qué... Detesto la razón por la que me ha tocado regresar.

Segundos después de bajar del auto, siento una mano posarse con seguridad sobre mi cintura. Luego siento la manera en la que él me atrae hacia su cuerpo.

Al girar y alzar mi rostro para verlo, lo observo inclinarse para llegar a mí y dar un corto beso sobre mis labios.

- Estamos de regreso, cariño. ¿No te alegra volver a nuestro hogar? -dice sonriendo de manera ligera y satisfecha.

Yo en mi lugar asiento. Correspondo mínimamente su gesto con una sonrisa diminuta y fingida sobre mi rostro.

- Es bueno estar aquí -respondo con serenidad. Tratando de que mi voz no resulte simple y plana.

Al posar mi vista al frente, veo a nuestros familiares acercándose.

- Oh, mi querida y adorada Eris. No sabes cuánto me alegra verte de regreso -Ruffus, el padre de Alastair es quién se acerca y me aleja del castaño para luego darme un fuerte e incómodo abrazo. Es casi imposible para mí corresponder de la misma forma entusiasta-. Alastair, no quieras solo mantenerla para tí. Sabemos que pronto será tu esposa. Pero eso no significa que puedas acaparar a Eris -el señor regordete se ríe y bromea al respecto-. Como familia, también queremos pasar tiempo con nuestra nuera.

- Lo comprendo, padre. Sin embargo, no olvides que nos encontramos aquí solo por motivos de la boda. Luego de llevar a cabo la ceremonia y la celebración, Eris y yo debemos regresar a Solveig Central -es la respuesta de Alastair.

- Ah, qué maravilloso suena eso. Boda. Me gustan las bodas. Son eventos tan bonitos y memorables -Rita Alphonse, la madre de Alastair es quién hace tal comentario cómo si una boda se tratase de algún evento de cuento de hadas. Suena tan ilusionada y soñadora al respecto. Ella se acerca, saluda a Alastair y luego a mí, al dar un beso en cada una de mis mejillas. Después me mira con gran entusiasmo y una sonrisa amplia sobre su rostro-. Eris, querida. Es increíble lo mucho que has cambiado. Si antes eras una jovencita muy hermosa, ahora te has convertido en toda una preciosa, madura e inigualable mujer -asiente con orgullo-. Definitivamente te ves aún más encantadora y hermosa que antes.

Ella no suena cómo si intentase halagarme de manera ridícula para intentar mantener las apariencias. En realidad Rita es muy adorable en ocasiones. La mayoría del tiempo ella suele vivir en las nubes y pensar que todo lo que le resulta bonito es lo que está bien. Sin embargo, no me desagrada. Sé que las cosas que dice, las dice de manera genuina y no hipócritamente.

- Gracias, señora Rita. También es un gusto volver a verla.

- Tan bonita. Que lindo hablas, pero puedes comenzar a decirme "madre".