CAPÍTULO 15

58 10 4
                                    

— ¿Se puede saber qué diablos pasó ayer en ese club?—pregunta Mariah caminando a mi lado—. Desapareciste de un momento a otro. Eso me asustó terriblemente, pensé que te había pasado algo malo.

—Te respondí por mensaje que estaba bien.

— ¡Igualmente! —se queja— Te fuiste sin decir nada. Es raro. Nunca habías hecho algo similar.

— Bueno... Alastair fué a buscarme.

— ¿Alastair? —suelta con el ceño fruncido—. Pensé que era lo suficientemente inteligente para saber que los novios no asisten a las despedidas de soltera.

— Supongo que sí lo sabía, pero cómo me mantiene vigilada de alguna forma, supo que cierto rubio de gran estatura estaba cerca de mí en el club.

— Espera —se detiene y me ve—. ¿Safwan estaba allí anoche?

— Sí.

— ¿Cerca de tí? —cuestiona con las cejas alzadas.

De manera inquieta muevo mi pie.

— En realidad no. No estaba tan cerca, yo fuí quién se acercó —me sincero sin mucho ánimo—. Y pues... bailamos.

— ¡Ah! —suelta un gritito. Yo tengo que tapar su boca para que no grite más. Luego ella aleja mis manos y sonríe ampliamente—. Bailaron. Eso es fantástico.

— Es fantástico cuando no tienes un prometido que te vigila y, cree que le estás siendo infiel y, que además te hace una escena de celos que se sale de control.

— ¿Cómo dices?

Su emoción abandona su rostro.

— Cómo lo escuchas. Ayer en la noche Alastair me dió a entender que cree que le puedo ser infiel con Safwan y no conforme con eso, excedió los límites. Las cosas se salieron de control y me aterró tanto qué... terminé golpeando su rostro con fuerza para alejarlo de mí. Pensé qué... pensé que iba a violarme.

Al hablar siento que mi cuerpo tiembla.

Realmente estuve aterrada de lo que pudiese suceder la noche anterior conmigo y con Alastair.

— Oh, Dios. Eris, eso está muy mal.

— Lo sé. Sé que cometí un error. Yo no debí.

— No, no, cariño. Tú no eres el problema —se apresura a decir—. El problema es tu relación con Alastair. Él es un imbécil, si actuó de una forma tan terrible, lo es. Un completo imbécil.

— Mariah, no quiero continuar con el compromiso. Pero temo que no sé cómo podría escapar. Estoy segura de que si intento oponerme a éstas alturas, van a hacer todo lo necesario para que yo no tenga escapatoria alguna —digo en voz baja—. No sé qué tan lejos podría llegar Alastair si vuelve a enojarse y no quiero averiguarlo.

— Bien. Supongo que debemos planear algo al respecto. Creo que sí esperamos un poquito más y muevo mis cartas, podríamos lograr que salgas de ésto antes de que ellos noten que estás abandonando el barco.

Sonrío ligeramente.

— Puedo esperar, ya he aguantado mucho; un poco más no será nada —menciono—. ¿Realmente tienes algo en mente? No quiero causarte problemas a tí, ni a Atlas.

— Guapa —me mira con diversión—. Nos estabas causando problema era con el hecho de venir aquí solo a casarte con Alastair. Con lo que acabas de decirme, siento que me estás haciendo un enorme favor. Ya no voy a tener que preocuparme un mundo por saber que te vas a quedar con él.

— Mariah...

— Sabes que siempre me ha dado mala espina. Y tenía razón. El tipo no puede ser tan perfecto como lo pintan. Algo malo debía tener.

Sombras Oscuras: ¿Quién es Safwan?Where stories live. Discover now