Caminaba junto a Fran tomando un helado y reía por un chiste que había hecho.
Un momento...
- Espera- ordené y él detuvo su paso- ¿de qué manera esto me ayuda?
- De ninguna, pero ahora yo ya tuve una cita contigo, ¿algo tenía que ganar de todo esto, no?
- Quiero golpearte- amenacé.
- ¿Qué?- el rubio preguntó divertido.
- Tu ponte flojito y recibe el golpe- convertí la mano libre que tenía en un puño y la levanté para agredirlo un poco.
- ¡No, no! Espera- tomó mi puño y lo bajó mientras lo veía con los ojos entrecerrados, ¿por qué aceptaba ayuda de un extraño que conocí en un semáforo?- Collin me dijo que por lo regular nunca sales, ¿cierto? Entonces...¿qué mejor forma de relajarte que ésta? Salir con un amigo.
- ¿Eres mi amigo?- pregunté extrañada.
- Bueno, eso espero o me pondré a llorar y tendré que borrar el corazón que rodea tu nombre con el título de mejor amiga por siempre de mi diario íntimo.
Me reí con lo que dijo y permanecí así por un pequeño lapso de tiempo hasta que vi su cara- Oh, es en serio.
Eso fue extraño.
ESTÁS LEYENDO
No me laves el auto
Short StoryCada vez que Dawn pasa por la avenida de la ciudad con su auto recién lavado, él se empeña en arruinarlo. Aquel auto era demasiado perfecto y Fran no lo soportaba. #6 en Historia Corta 01/06/17