12

8K 1K 170
                                    

Caminaba junto a Fran tomando un helado y reía por un chiste que había hecho.

Un momento...

- Espera- ordené y él detuvo su paso- ¿de qué manera esto me ayuda?

- De ninguna, pero ahora yo ya tuve una cita contigo, ¿algo tenía que ganar de todo esto, no?

- Quiero golpearte- amenacé.

- ¿Qué?- el rubio preguntó divertido.

- Tu ponte flojito y recibe el golpe- convertí la mano libre que tenía en un puño y la levanté para agredirlo un poco.

- ¡No, no! Espera- tomó mi puño y lo bajó mientras lo veía con los ojos entrecerrados, ¿por qué aceptaba ayuda de un extraño que conocí en un semáforo?- Collin me dijo que por lo regular nunca sales, ¿cierto? Entonces...¿qué mejor forma de relajarte que ésta? Salir con un amigo.

- ¿Eres mi amigo?- pregunté extrañada.

- Bueno, eso espero o me pondré a llorar y tendré que borrar el corazón que rodea tu nombre con el título de mejor amiga por siempre de mi diario íntimo.

Me reí con lo que dijo y permanecí así por un pequeño lapso de tiempo hasta que vi su cara- Oh, es en serio.

Eso fue extraño.

No me laves el autoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora