36

6.5K 874 300
                                    

Fran llegó unos cuantos minutos después de que lo llamé, la verdad es que yo si sabía llegar a su casa, pero yo quería verlo y arreglar esto cuanto antes. Al igual que la vez pasada, me había estacionado para no estorbar a los demás coches, él se puso a mi lado pero permaneció unos cuantos minutos en su auto sin salir. 

Parecía estar concentrado pensando en algo, yo lo miraba desde mi asiento intentando ser discreta; así que cuando él de repente volteó a ver hacia donde yo estaba por lo que tuve que mirar rápidamente a otro lado esperando que no notara que lo espiaba.

Se bajó del auto y al llegar a mi se agachó hasta estar a la altura de mi ventana, le sonreí tratando de lucir normal.

-Hola. -saludé.

-Fíjate bien por donde vamos, Dawn. Así no te perderás, Dawn. -repetía mas o menos lo que me dijo la última vez-. Que esto no de vuelva a repetir, Dawn.

-¿Estas molesto, no? -no me favorecía para nada que él tuviera una mala actitud. Además, de que como casi nunca lo vi enojado hacía que me incomodara un poco.

-La verdad es que si, al menos un poco -su mirada enojada se suavizó después de decir eso- . Aunque supongo que fue algo conveniente, tengo algo que decirte.

Dijo eso y logró que yo tuviese un poco mas de esperanza, si todo iba bien al final de este día estaría saliendo con él. 

-Oh, yo también. Escucha... -iba a decírselo pero me interrumpió, sabía que sería difícil que me dejara hablar a mi.

-Aquí no, preferiría que habláramos en mi casa, ahí no hay nadie que nos moleste. Lynn ha estado rara, bueno, creo que me mira con un poco de lastima. 

-¿Por qué? -le pregunté.

-No sé, me da miedo preguntar. Pero no deja de decirme amigo cada vez que me ve. 

Un silencio incomodo se formó entre nosotros, por obvias razones me sentí culpable ya que era algo que yo había ocasionado. 

-Lo siento. -me disculpé sinceramente, aun así algo que me aliviaba era que eso ya no se repetiría.

-Esta bien, ya me dijiste tantas veces así que ya ni la siento -miró un reloj que había en su muñeca y señalo su auto-, bueno vamonos. No sé que tanto se extienda lo que tengo que decirte o... lo que tú quieres decirme a mi.

Luego se fue a su auto y lo fui siguiendo hasta llegar hasta su casa-mansión, pensé que iríamos hasta su habitación como siempre hacíamos, pero esta vez era diferente a las otras. Era normal que Fran ya no sintiera confianza al estar conmigo; si hace unos meses me hubiesen dicho que extrañaría las frecuentes insinuaciones de su parte no lo creería.

Nos sentamos en la gran sala de su casa uno frente del otro, sabía que Lynn estaba en la casa pero ni siquiera la escuché hacer un ruido. Probablemente ella le diría acerca de todo lo que pasaba en este momento.

-Bueno, quería decirte que... -quise decir de nuevo pero como era costumbre él no me dejó. Estaba contemplando seriamente la idea de ponerle cinta en la boca o algo para lograr que se callara.

-Espera, quiero hablar primero. Esto es muy importante, además me imagino que lo que tú quieres decirme es lo mismo a lo mio -asentí intentando esconder mi emoción, si Fran decía que era parecido entonces finalmente hoy sería el día-. ¿Sabes que... Ugh, que te quiero?

Daba a relucir que estaba nervioso y le costaba un poco hablar, si bien él siempre me lo demostró según yo recuerdo no me lo dijo con palabras. O al menos, nunca lo dijo de esta manera. 

-Si... -me encontraba verdaderamente avergonzada pero pude responder.

-Bien, así que... estuve pensando mucho acerca de nosotros. No es cómo que realmente pueda decir que exista un nosotros, pero bueno, lo que sea. Cuando alguien quiere a otra persona, es capaz de hacer muchas cosas.

-¿Adónde quieres ir con todo esto? -pregunté confundida.

-Creo que tú ya sabías esto, aunque tal vez no del todo; Collin fue obviamente quien logró que me acercara a ti, y él lo hizo porque te quiere, ¿ya te das cuenta a donde voy?

-No. -honestamente, pensé que a estas alturas ya estaríamos haciendo algo diferente. 

-Lo siento, realmente no hay una manera sencilla de decir esto.  Así que seré lo mas directo posible, de esa forma no te haré malgastar tu tiempo aquí -se cambió de lugar y terminó sentándose junto a mi-. Ya te dije que cuando queremos a alguien, hacemos todo lo que podamos por la felicidad de esa persona; pero me di cuenta de que yo he sido bastante egoísta contigo, no tenía en cuenta si te sentías incomoda con lo que hacía e ignoraba el hecho de que tú solo querías ser mi amiga. 

-¿Qué? -ahí entendí lo que estaba tratando de hacer, por lo que debía detenerlo antes de que fuese tarde-. Espera, no, yo venía a decirte otra cosa... -esta vez no me detuve porque yo quise, Fran puso una mano en mi boca para no dejar que hablara, quise quitarla de ahí pero no lo conseguí. 

-Deja que termine -se apresuró a decir-, otra cosa que quiero decirte es que extraño mucho lo que antes teníamos. Cuando salíamos con normalidad y nos sentíamos cómodos con el otro, estábamos sin presiones. Sinceramente creo que eramos mas felices así, comprendo porque siempre lo único que quisiste fue tener una amistad conmigo y ahora eso es lo que yo quiero. Me gustaría volver a ser solo tu amigo y porqué te quiero, seré capaz de conformarme solo con eso o al menos eso es lo que intentaré.

Retiró al fin su mano de donde la tenía y por la sorpresa de lo que me acababa de decir no fui capaz de hacer nada, me sentía mal porque yo lo había conducido a eso. Esto no estaba siendo como yo creía que sería, pero si él quería esto tanto...

-¿Me vas a dejar? Ser tu amigo, quiero decir. -preguntó por última vez. Me quedé en silencio pensando detenidamente acerca de lo que debería hacer, incluso tal vez eso era lo mejor.

-Claro, si eso es lo que tú quieres -respondí, Fran sonrió y me dio un breve abrazo, cuando me soltó me puse de pie inmediatamente y me dirigí a la puerta de su casa-. Creo que mejor me voy de una vez, se hará tarde, nos vemos -dije sin voltear a verlo.

-¿No venías a buscar algo de Collin? ¿Te llevo a tu casa?

Me detuve con la mano en manilla de la puerta, me giré para verlo e intenté ser lo mas inexpresiva posible. -Si, pero mejor hago que Lynn me lo lleve luego, no me estoy sintiendo bien en este momento. Y creo que esta vez si podré recordar el camino de regreso.

-Oh bien, ten cuidado. Puedes cerrar cuando salgas.

Le dediqué una pequeña sonrisa y salí del lugar, cerré la puerta detrás de mi para luego recargarme en ella; quería pensar un poco.

¿De verdad iba a dejar todo así?

----------------------------------------------

Gente xfabor, ninguna historia cuyo protagonista masculino se dedique a lavar parabrisas en los semáforos puede tener un final triste, o sea.

A menos que lo atropellen pues.

No me laves el autoDove le storie prendono vita. Scoprilo ora