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La casa era el doble que la mía y probablemente así era su valor, aún no entendía que hacía ahí, pero sentía que era grosero preguntar.

- ... Y ésta es mi habitación, siéntete como en casa- dijo Fran, me dio un tour por todo el lugar mientras yo sólo aparentaba no estar muy sorprendida y apantallada, me costó trabajo-. ¿Qué?

Preguntó él después de que lo miré con asombro.

- Tu casa es enorme y tu hermana asiste a un colegio privado- le dije. El rubio me miró sin comprender.

- Eh, si... Collin también va a ese colegio.

- Pero él tiene una beca, somos una familia de clase media.

Fran se inclinó y abrió la puerta de su habitación, incitandome a pasar. Entré lentamente y me quedé parada sin saber dónde sentarme, él se rió de mi y señaló una silla que había.

- No sé a donde quieres llegar con esto - caminó por todo el cuarto recogiendo las cosas que habían tiradas por todo el suelo, alcancé a notar algo de ropa interior pero él las escondió antes de que pudiera decir algo, rió nerviosamente y me pidió perdón avergonzado-. Notarás que no soy la persona más organizada del mundo.

- ¿Tú mayordomo no lo arregla por ti?- Fran rodó los ojos y se tiro en un sillón, era curioso como realmente había ido a la casa de un extraño. O simplemente el hecho de ser amiga de alguien que no conozco.

- No tenemos mayordomo, mi casa sólo es un poco mas grande y también soy de clase media- levanté una ceja burlona y emití un resoplido-. Esta bien, media alta ¿qué hay con eso?

- ¿Por qué te pones a lavar parabrisas en medio de la calle si no lo necesitas?- pregunté curiosa, era algo que me venía agobiando desde hace tiempo.

- Porque quiero, las personas con las que me viste son mis amigos, a veces cuando tengo tiempo libre me paso por ahí para ayudar un poco. El dinero que recolecto se los doy junto con una pequeña contribución mía. Tengo la idea hippie de que podemos vivir en un mundo mejor si nos empatizamos con la gente.

- Me recuerdas a alguien- dije frunciendo el ceño intentando recordar.

- ¿A quién?

- Olvidalo... Y ¿por que estoy aquí?- cuestioné al fin.

- Hoy damos inicio a la operación...- se levantó dirigiéndose hacia mi, tomó un cuaderno que estaba justo detrás de donde yo estaba en un mueble, lo abrió pasando las páginas y lo leyó en voz alta-. Hacer que Dawn deje de ser una amargada y disfrute de la vida

- Me siento ofendida- estiré mi brazo para quitarle el cuaderno de las manos, husmeé un poco en el hasta que  llegué a una colorida página con un corazón en medio-. Vaya... Lo de tener mi nombre aquí con la cosa de ser mejores amigos por siempre no era mentira- reí mientras lo decía, Fran se ruborizó apenado arrebatandome el cuaderno y lo arrojó a alguna parte de la habitación.

- No te burles de mi.

No me laves el autoМесто, где живут истории. Откройте их для себя