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- Así que... estamos solos ésta noche, ¿sabes que significa, Dawn?- preguntó Fran acercándose a mi.

- Significa que debemos cuidar que nuestros hermanos no hagan nada estúpido.- Lynn había invitado a Collin a dormir en su casa, nuestra madre solo lo dejó venir si yo lo acompañaba. Lo que ella no sabía, es que los padres de Fran se encontraban sospechosamente de viaje por lo que estábamos los cuatro solos. Dormiríamos en la sala para que nada saliera mal.

- Deja de apagar mi llama del amor.

- ¿Ya terminaron de acomodar ésto o...?- mi hermano salió de la habitación de su pequeña novia. Se supone que nosotros debíamos de ambientar el lugar para poder acostarnos, pero solo tiramos un par de sabanas con almohadas por ahí.- O pueden no hacer nada, eso también estaría bien.

Después de un rato, estaba sentada con todos en el suelo de la sala jugando un juego de mesa, eramos Collin y yo contra los rubios, íbamos perdiendo pero aun no perdía la esperanza de que ellos cayeran en mi propiedad para poder dejarlos en bancarrota. Algo en mi corazón me decía que mi hermano los dejaba ganar.

- Bueno, obviamente yo no fui concebido para ganar en los juegos de mesa.- dijo Fran después de casi una hora mirando como mi hermano se apoderaba de sus propiedades. A los pocos segundos tomó el tablero y lo tiró terminado el juego como el mal perdedor que él era.- Así que, ¿por qué no vamos tú y yo a mi habitación y hacemos cosas en las que si seamos buenos?- golpeó ligeramente mi costado de manera sugerente.

- Bueno, podemos jugar en tu consola si eso quieres.- respondí poniéndome de pie, él me imitó.

- Claro, porque obviamente me refería a eso.

- Amigo, ¿vamos a jugar o no?

- ¿Estás en la zona de amigo?- preguntó Lynn a su hermano. Fran me miró para después reírse.

- ¿Qué? Por supuesto que no, su fría indiferencia es definitivamente su mecanismo de defensa ante los sentimientos que tiene por mi y no quiere admitir.

- No lo creo, te ha llamado amigo más veces de las que te le has insinuado, y eso es mucho por decir.

Fran dejó de parecer divertido y me vió horrorizado.- No estoy en la zona de amigos.- afirmó.

Collin me veía entrecerrando los ojos de manera sospechosa.- ¿Lo está?

- No hay zona de amigos aquí, le gusta bromear mucho conmigo, es parte de su personalidad, no creo que le guste de verdad.- dije encogiéndome de hombros. Tampoco veía algo por lo que yo le pudiera gustar a él, no encontraba nada bueno o interesante que él pudiera ver.

Hubo un minuto de silencio súbito, yo no sabia que hacer por lo que solo me quedé ahí esperando que alguien hablara y nos sacara de esa extraña situación. Fue Fran.

- Bueno, ese es solo otro complejo que necesito arreglar.- me tomó por los hombros y me condujo a su habitación.- Vamos, necesito ganarte en algo y liberar mi frustración.

- Yo siempre te gano.- me burlé.

- Eso es lo que yo quiero que pienses.

No me laves el autoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora