No me laves el auto

21

Trent estaba encerrado en mi habitación con Fran. Cuando el rubio llegó, antes de que pudiera hacer algo, mi primo lo tomó y llevó a mi cuarto. Siendo cualquier otra persona me preocuparía que espiaran entre mis cosas, pero sabía que Trenton no sería capaz de abrir mis cajones de ropa y...

Forcé la cerradura y efectivamente encontré a mi primo doblando mi ropa. La había puesto en la cama y después de haberla doblado perfectamente la regresaba a su lugar. Fran estaba sentado en una esquina de mi cama viendo a Trent extrañado pero visiblemente curioso por lo que mi copia de dieciocho años hacía. Cuando llegó a mi ropa interior decidí terminar con ello.

- ¿Por qué… sólo, por qué?- pregunté, Trent reaccionó y miró avergonzado lo que había hecho.

- Lo siento, no he podido terminar con éste mal hábito- explicó sonrojado.-Una vez le hice lo mismo a mi novia, antes de que fuera mi novia, aunque en ese entonces no comprendía lo mal que estaba tocar la lencería de las damas sin su permiso.

El único que no parecía nervioso era Fran, me había preguntar acerca de su experiencia con la ropa y las chicas.

-Y aún así conseguiste gustarle.-dije impresionada.

-Si...- mi primo guardó un minuto de silencio mientras sonreía, después dirigió su mirada a Fran.-Deja de observar la ropa interior de mi prima.- demandó.

-Tú deja de tocar la ropa interior de mi futura novia.- contraatacó.

-Claro, amigo.- me burlé.

Rápidamente amontoné todas las prendas de mi cama y lo guardé en mi armario, después lo acomodaría.-No puedo creer que lo encerraras aquí contigo sólo para invadir mi privacidad.

-Te juro que intenté detenerlo.- se defendió Fran.- Le dije: oye, futuro primo, no es buena idea.

-¿Y?- cuestioné para que continuara.

-Pues eso, no me hizo caso.- terminó de decir.

Después de eso, el rubio me jaló así él haciendo que me sentara en sus piernas para luego rodear mi cintura y abrazarme. Ya me había acostumbrado a que hiciera cosas como esas así que lo dejé.

-Mira, es lo que te dije- habló Fran con el rostro escondido entre mi hombro y cabello, dirigiéndose a Trent.

Asintió mi primo.-Tenías razón, pero tendrás mucho trabajo que hacer. Futuro primo.

-¿Qué?- pregunté sin entender.

-Nada, Dawn. No sé cómo no entiendes las indirectas. Reconozco a dos personas que actúan como pareja cuando las veo.

-¿Desde cuándo?- mi primo sonrió divertido.

-Desde que los ví a ustedes dos.- respondió.