Capítulo 8-Respuesta inmediata.

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Una vez más este hombre volvía a dejarme sin palabras.¿Malfoy pidiendo perdón? Quizá me he quedado dormida al tumbarme en la cama y esto es solamente un sueño o alguna pesadilla.

—¿Hola?—pregunté con miedo—¿Hay alguien ahí?

—¿Todavía no duermes,cariño?—respondió una voz. Era Ronald, que acababa de asomar su pelirroja cabeza por la puerta.

—Em, no...verás—traté de pensar cualquier excusa convincente mientras escondía la carta debajo de la almohada.

Mi marido me miró fijamente a los ojos, en los suyos me pareció ver un atisbo de desconfianza, seguido se acercó y se sentó a mi lado mientras añadía:

—¿Ocurre algo?—su pecoso rostro esbozó una sonrisa. Mi nerviosismo aumentaba por segundos y la tensión que se iba acumulado en aquella habitación se podía cortar hasta con el más fino de los cuchillos.

Negué con la cabeza a la vez que miraba la almohada instintivamente. Ron puso cara de preocupado y su mirada se dirigió a la cómoda almohada azul en la cual descansaba mi cabeza.

—¿Escondes algo?—dijo sin siquiera esperar una respuesta.

Su mano se deslizó hasta mi pelo y en pocos segundos la yema de sus dedos ya estaba tocando el rugoso pergamino de Draco.

Por una milésima de segundo pensé en la posibilidad de dejar a mi marido leer aquello, mas me pareció que tendría un desenlace fatal,así que fui lo más rápida que pude e intenté arrebatárselo de las manos.

—Ronald, yo, bueno...

Noté como una gota de sudor frío recorría mi rostro y casi sin darme cuenta bajaba hasta el cuello.

—¿Vas a explicarme qué es esto?—dijo un Ronald molesto—Creía que nosotros no teníamos secretos,Sophie.

—No es nada. Y ahora,por favor,márchate,Ron...

—No pienso irme hasta que—la frase de mi marido se vio interrumpida por la voz de mi cuñado.

—¿Chicos, queréis bajar a cenar de una vez?

Me aferré la carta al pecho como si fuera mi más preciada pertenencia, me puse los zapatos y me dirigí hasta la puerta, donde una vez allí, me giré sobre mis talones y pude ver a un Ronald triste y apagado, desprendía tanto sufrimiento su mirada que al verlo me pareció algo casi inhumano.

—Lo siento...—susurré, aunque creo que no me escuchó.

Bajé los escalones un tanto apenada y afectada por la reciente discusión, mas al ver a Harry intentando cocinar fue como si una alegría distinta se encendiera en mí.

Era una especie de felicidad distinta, como si solo Harry fuese capaz de proporcionármela, muchas veces mientras estudiábamos en Hogwarts creí que estaba enamorada de él, hasta que apareció Ronald, y entonces descubrí la adolescencia amorosa y lo que era querer, aunque bueno... había un chico rubio, Malfoy, que era de Slytherin,que al igual que Ron también apareció de la nada y durante un tiempo rondó mi cabeza.

Draco era frio y distante con toda la gente, incluso con los que se hacían llamar sus amigos, aun así durante mis años en Hogwarts creí descubrir que su fama no era del todo cierta. Bajo aquella fachada de niño rico y estirado encontré a un Malfoy que no me esperaba. Muchos días solía ser amable conmigo, aunque pocas veces en público, siempre era una esquina donde no se hallaba nadie, la biblioteca, un pasillo desierto...

Todo eso ocurría como era de esperar por la rivalidad entre Gryffindor y Slytherin, aunque durante aquellos días cambié de opinión radicalmente. Dejó de importarme que alguien me viera charlando con él y fuera corriendo a la sala común o al gran comedor a explicar a los demás alumnos que una chica y un chico de casas diferentes se llevaban bien. Más tarde Draco también cambió su forma de pensar respecto a todo esto, por tanto los rumores de la gente dejaron de afectarnos tiempo después.Él me enseño que bajo una apariencia como la suya se escondían millones de cosas geniales, pero con el tiempo me alejé de él,y eso demostró que como todos los demás, también escondía cosas malas.

Me concentré por mantener mi cabeza alejada de viejos recuerdos, y vi a mi marido y a mi cuñado manteniendo una discusión sobre quidditch mientras comían algo que parecía un poco tóxico

—¡Ven Sophie, come algo—me invitó Harry—está de lo más rico—dijo mientras levantaba las cejas a la vez que añadía—porque lo he hecho yo!

—No, gracias—dije con una sonrisa, ya que ver comerles aquello sin ninguna muestra de asco me sorprendía—no tengo mucha hambre Harry.

                                   ***

Al acabar aquella extraña cena en la que no comí bocado, todo el mundo se dirigió a su habitación para poder descansar por fin de aquel día fuera de lo normal.

Lo que aún seguía rondando en mi cabeza era Ginny. Obviamente podías tener un accidente en cualquier momento de tu vida pero... luego no te levantabas siendo mortífaga. Por más que pensase no le encontraba explicación alguna, sólo sabía que mi cuñada no se habría hecho sierva de los Mortífagos así porque sí, tenía que haber alguna razón. Después del problema de Ginny, lo que más espacio ocupaba en mi cabeza era la tan corta carta de Draco, me había tenido interesada desde que la leí, y al cabo de muchas horas aún seguía pensando en ello.Cuando oí a mi marido roncar, decidí coger papel y pluma para poder empezar a escribir.

¿Querido Malfoy?

Me encantaría muchísimo que me explicaras a que venía la bandada de lechuzas, nos atacaron por todos los lados posibles. No se me ocurre nada sobre lo que tú y yo podamos hablar, aun así parece urgente ,así que acepto tu invitación.

Dime dónde quieres que nos veamos y allí estaré, pero como menciones esto a alguien sabes que no respondo ante mis actos.

Sophie.

Até el mensaje a la diminuta pata de nuestra lechuza y sin hacer ruido me alcé de la cama para poder abrir la ventana. Al principio pensé que había sido una imprudencia muy grande, ya que era tarde y probablemente el animal irrumpiría en la habitación matrimonial de los Malfoy. Volví a la cama a pies juntilla sin haber cerrado la ventana porque realmente no hacía mucho frio. Me sorprendió que transcurridos diez minutos la respuesta de Draco ya estuviera de vuelta, atada en la pata de la lechuza que picoteaba en mi mesita de noche.

Querida Sophie

En cuanto nos veamos te explicaré todo lo que quieras.

Nos veremos en dos días, a las 22:00 h.

Callejón Knocturn, Borgin y Burkes, pregunta por mí.

Draco.

¿Por que siempre hace las cartas tan sumamente cortas?pensé mientras cerraba los ojos y me dejaba caer dormida al lado de Ron.

¿Weasley o Malfoy? (2014)Nơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ