Capítulo 21-Discusiones y clases finalizadas.

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A penas unas horas quedaban ya para que todos los alumnos del colegio Hogwarts de magia y hechicería volvieran a sus casas después de un largo curso. Como era de esperar Ronald y yo iríamos a buscar a nuestros hijos al andén, allí nos encontraríamos con Harry y Ginny, que al igual que nosotros estarían a la búsqueda de sus hijos. Cuando los chicos, hijos y sobrinos, acaban un año de sus estudios, es tradición Weasley que todos vengan a comer a la Madriguera, sin excepción o escusa alguna. Sin embargo esta comida no va a ser solamente familiar, ya que un chico rubio nos acompañará en la mesa esta vez.

—Ronald, acuérdate de que tenemos que recoger al hijo de Malfoy—dije alzando la voz desde otra habitación distinta a la de mi marido.

Hacía unos cuantos días que había vuelto al hogar, dulce hogar, con Ron, que al parecer me echaba demasiado de menos. Regresé porque Ginny me lo pidió al día siguiente de su visita a la mansión de los Malfoy. ‘Creo que es mejor que vuelvas a casa, Sophie’ me dijo la pelirroja con la mirada perdida detrás de mí. ‘Aquí no le haces ningún bien a Ron…ni a Draco. No te lo tomes a mal.’ añadió como disculpa. Así que cinco minutos después ya estaba haciendo las maletas y recogiendo todas mis pertenencias de la habitación de mi sobrino Albus. Me despedí de ella y de Harry. Cogí mi abrigo que se encontraba en el perchero del pasillo y empecé a caminar hacia la puerta, una vez allí oí unos pasos y giré sabiendo lo que me iba a encontrar. El rubio se acercó y miró hacia atrás, instintivamente Harry y Ginny pusieron cara de preocupados y desaparecieron de nuestra vista en menos que se dice ‘Quidditch’. ‘¿Qué te pasa? Le pregunté fingiendo no saber la respuesta. ‘Ibas a irte sin despedirte de mí’ contestó fríamente ‘Además, no entiendo porque tienes que irte’. Draco rozó mi mano pero un instante más tarde yo ya había rechazado esa caricia. ‘Ya sabes que no puedo con esto. Quiero muchísimo a Ron, más de lo que crees. Él estuvo siempre ahí para mí, y no es justo que ahora, por puro egoísmo, lo engañe contigo y lo deje todo. Tengo el mejor marido del mundo y dos hijos maravillosos. Y tú tienes mujer.’ le dije al rubio que me miraba todavía sin entender mis razones. Susurró un simple ‘De acuerdo’ con el rostro pálido y se alejó tranquilamente, observando de vez en cuando si yo todavía permanecía ahí. Hasta que por fin desapareció por la puerta final del pasillo y yo  giré el pomo para poder salir de aquella casa.

Mi marido salió de la habitación después de haber ordenado la ropa que le había pedido que ordenase y se acercó donde me encontraba yo, sacó la cabeza por el marco de la puerta y esperó.

—Ay Sophie, Sophie…—suspiró Ron—A veces no entiendo esa manía tuya de traer gente a casa que no me es agradable.

Agarré una toalla morada y me envolví en ella mientras observaba a Ron, que tenía una expresión agradable aun quejándose de los Malfoy. Acababa de salir de la ducha y el cuarto de baño estaba completamente lleno de humo, el espejo se encontraba empañado y tuve que pasar los dedos para poder ver mi reflejo en él. Puse los ojos en blanco al oír su comentario y lo ignoré, él siguió diciendo cosas por el estilo, mirando con paciencia cómo me cepillaba el negro pelo una y otra vez. Abandonó el marco de la puerta y se acercó hacia mí con una sonrisa traviesa en los labios, una sonrisa que solo podía conseguir él.

—Te he echado tanto de menos…—dijo a mí lado y mirándome en el espejo—Estas últimas semanas no las hemos podido aprovechar…

—¿No las hemos podido aprovechar?—repetí como pregunta—¿A qué te refieres?—dije sonriendo a su reflejo.

Ron pasó una mano por su pelirrojo y alborotado pelo a la vez que rió, un color rojizo empezó a subírsele por la cara como de costumbre y acabó extendiéndose hacia las orejas.

—Bueno, yo…—tartamudeó—Es que me gusta estar contigo Sophie. Así que cuando están los chicos en casa pues tenemos menos tiempo para estar juntos… y claro, quería aprovechar las últimas semanas, pero las has pasado en casa de mi hermana Ginny y yo he estado aquí solo.

¿Weasley o Malfoy? (2014)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora