Contracorriente © [EN LIBRERÍAS] [Indie Gentes #1] ✓

Capítulo 05

Capítulo 2/2 del día.

Dedicado a andohotprimeravisoo ♥️️

Santi

*

Odiaba quedarme dormido.

Corrección, me encantaba quedarme dormido, solo odiaba llegar tarde al colegio.

Lo último que necesitaba era que me colocaran otra media inasistencia y que al final de la semana terminaran llamando a mis padres, de nuevo. Había llegado a un acuerdo con ellos: yo me alejaría un poco de los problemas del colegio durante mi último año y ellos no volverían a ponerme trabas o excusas para salir (casi nunca les importaba que lo hiciera pero en ocasiones les afectaba la luna y se volvían quisquillosos).

Por suerte llegué pocos segundos antes de que cerraran las puertas. Para cuando entré a mi salón, me había quedado sin aire. Me acomodé en mi asiento antes de que a la profesora de Historia se le ocurriera decirme algo. Comencé a inhalar y exhalar profundamente para calmar mis latidos todavía acelerados.

A Eloísa se le ocurrió la idea de hacernos un trabajo evaluado en parejas, conformadas por personas sentadas una al lado de la otra. Nuestra fila estaba compuesta por seis mesas, así que a la izquierda Clara y Marina se agruparon para empezar, y a mi derecha Fernanda y Verónica también. Exhalé con cierta resignación cuando me giré hacia María Jesús y supe que me tocaba tenerla como compañera.

—Deberíamos juntar más nuestras mesas, ¿no crees? —recomendó mientras observaba que todos en el salón pegaban sus asientos para poder leer y hacer el ejercicio juntos.

Pegamos nuestras mesas y ella comenzó a leer la hoja que nos había entregado la profesora con su vocecita de niña de trece años. Su cabello castaño tenía un brillo especial esa mañana y no pude evitar sentir el olor a su champú floral teniéndola tan cerca. Sus ojos paseaban naturalmente por cada palabra del texto hasta que volteó a mirarme.

—¿Me estás escuchando? —inquirió, frunciendo un poco el ceño.

—Claro, flaca —mentí. No tenía idea de lo que había dicho, tampoco tenía mucho interés en el trabajo evaluado, o en la materia.

—¿Por qué me llamas «flaca»?

Parecía un poco confundida, pero relajó un poco su espalda y se recostó de la silla. No tenía muchas ganas de estudiar y se le notaba. Me sentí un poco menos culpable al saber que no era el único.

—Así se les dice a las chicas acá. —Agarré la hoja del ejercicio y la leí por encima, asintiendo cuando reconocí algunos temas que habíamos visto el curso pasado—. Sobre todo cuando no sabemos u olvidamos sus nombres.

Ya me acordaba de su nombre pero no me parecía muy bonito. Le estaba haciendo un favor al llamarla «flaca». Tampoco tuve la necesidad de voltear a verla para saber que se había molestado un poco; la mañana anterior se había enfadado cuando le dije que no tenía sentido del agradecimiento, y no es como si le hubiera revelado un secreto de Estado.

—Es María Jesús —me dijo a regañadientes.

—Está bien, está bien. Sigamos con lo nuestro. ¿Dónde te quedaste, María José? —lancé a propósito.

Tensó su mandíbula y un par de arrugas nacieron en el medio de sus cejas mientras las fruncía.

—María Jesús. Je-sús —indicó, separando las sílabas en el aire con su dedo índice—. Es increíble cómo la gente siempre se confunde.