Elección Equivocada

Elección Equivocada / Capítulo 16

Anbu (Raíz)

Dos de los Anbu leales aun a Danzo deambulaban por aquél lugar abandonado y descuidado, no había otra manera, eso debería de ser así para dar a entender que esto ya se había desintegrado.

—¿Han sabido algo de Sakura y de los traidores de Sai y Shin? —preguntó su líder.

—No, aún no sabemos nada —contestó Hyo, con su característica máscara de gato con tras rayas rojas que se unen al final de la tercera al lado de los ojos.

—Eso es verdad —confirmó Hinoe, su compañero Anbu con máscara estilo felino—. Aunque se dice que Uchiha y Uzumaki encontraron rastros de ellos por una aldea cerca de Tanzaku, creo que lo más prudente sea ir a investigar.

El supuesto líder no dijo nada y tampoco podía descifrar sus expresiones porque una máscara también ocultaba su rostro, por lo que no era fácil conocer su estado de ánimo, aunque el silencio sepulcral acompañado del simple tamborileo de sus dedos podrían darse una ligera idea de lo molesto que estaba con ellos.

—Escuchando sus palabras —dijo haciendo ademanes con la mano cuando tratas de recodar algo que acaban de decir—. Solo me queda suponer que este rumor lo acaban de saber, porque no encuentro una explicación lógica a que estén frente de mí sabiendo tal cosa.

—Exacto señor, no lo sabíamos hasta que Itachi mencionó el asunto al Hokage y a su padre —habló Hinoe.

—Bien, ¿y eso cuándo fue?

— Hoy hace 10 o 15 minutos aproximadamente —añadió el mismo Anbu.

Una sonrisa iluminó el rostro del nuevo líder aunque no era visible hacia los hombres que tenía enfrente —Hagan los preparativos necesarios y partan al lugar, quiero resultados, ¿entendieron? Resultados.

—Sí, señor, así será —dijeron al unísono.

—¡Por Danzo! —gritó el líder, secundado por sus hombres.

—Raíz resurgiera con más fuerza —exclamó, poniéndose de pie—. Vaya sin demora.

—Sí, señor.

Cuando se hubo quedado solo el líder otro personaje salió de la sombras.

—Eres un motivador excelente. —Lo alabó rozando en lo sarcástico— Resurgir Raíz, casi suena poético, claro si fuera verdad.

—Bueno, bueno, esto es una forma de infíltranos en Konoha sin levantar sospechas, ¿no? —soltando una risa lúgubre, mientras se quitaba la máscara para acomodarse los molestos lentes.

—¿Cuántos tenemos en nuestras filas?

—Otros 3 más sin contar a los que se acaban de retirar, un total 5.

—¿Solo 5, Kabuto? —preguntó Orochimaru

—Suficiente para espiar Konoha —recalcó—. Y suficientes considerando que ellos morirán cuando dejen de ser útiles.

Orochimaru sonrió de lado —¿Y desde cuándo te ha molestado eso?

Con la misma sonrisa correspondió. —Bueno, creo que Danzo no era tan popular entre sus filas, así que el puñado que nos sigue realmente es valioso.

—Sí, claro, lo había olvidado —repuso Orochimaru—. Fue una excelente broma ¡Vengar a Danzo! —Levantando los brazos en señal de triunfo—. Por favor, no encuentro forma más ociosa de perder el tiempo.

—Bueno, quién soy yo para juzgar sus extraños sentimientos y gusto de estos ninjas.

El Sannin miró a su discípulo a los ojos. —¿Y qué tal si añadimos algo de emoción a la fiesta?