Capitulo 4.

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CAPITULO 4

Ciudad de Tartu.

Dieciocho horas antes

Una sombra era todo lo que podía percibirse del hombre tras la ventana, una sombra oscura que parecía sufrir alguna tensión intensa, dado su constante movimiento de un lado al otro del cuarto. Un observador casual habría deducido que el desconocido esperaba algo, o a alguien, dominado por un sentimiento de extrema urgencia. La tensión podía leerse en la brusquedad de sus movimientos, una preocupación evidente, puede que incluso temor, y el ángulo de su cabeza parecía indicar que su mirada no podía dejar de buscar la ventana, hacia el exterior.

Un observador no tan casual estaba deduciendo esto con una sonrisa divertida, la figura tras la ventana solo podía significar una cosa y, aunque le molestaba cambiar sus planes, no podía evitar sentir cierta expectación. Tras varios minutos de caminar sin rumbo la figura en sombras movió la cortina para mirar hacia la calle. En la oscuridad de la noche cerrada apenas podían vislumbrarse las escasas sombras que proyectaba la tenue luz de una farola, y en todo caso, incluso esta escasa fuente de luminosidad, parecía presta a extinguirse. La calle ante la ventana parecía ser un callejón entre varios edificios en el mismo estado, aparentemente destartalado, que aquel donde la figura aguardaba. El lugar parecía un lugar idóneo para una emboscada, y podía adivinarse que era frecuentada por vagabundos, había incluso restos de cartones a modo de camas, pero nadie que tuviera otras opciones la habría visitado voluntariamente. La figura apoyada en el marco de la ventana sin embargo parecía ignorar que no se hallaba realmente sola, su observador se encontraba apostado a pocos metros, en ángulo de noventa grados, espiándole desde el interior de otra habitación, a través de una ventana resquebrajada.

Unas luces lejanas comenzaron a aproximarse a ambos y la tensión en el cuerpo del hombre que aguardaba pareció relajarse de modo ostensible, lo que hizo sonreír de nuevo a su espía. Éste le observó cerrar la cortina de nuevo y su sombra desapareció tras la ventana, el movimiento precedió la aparición de un grupo de motoristas en el callejón. La atención del espía secreto se centró en los recién llegados, buscando una figura en concreto, y maldijo en silencio al no hallarla, sin embargo su mirada se desplazó hacia otra persona, cuya apariencia no podía confundir a pesar de hallarse embozada. Todos parecían vestir de modo similar. Subidos en sus motos oscuras, y embozados, parecían haber decidido ocultarse en el común anonimato del negro. Apagaron las luces de sus vehículos casi al unísono y aguardaron en silencio. La figura que había estado esperándolos, se reunió con los recién llegados. El espía secreto le observó aproximarse al motorista que había atraído su atención. Antes de hablarle, hizo un leve gesto de reverencia, como presentándose ante un superior, y solo después transmitió su información.

-Lo siento, señor, el lugar está deshabitado ahora, pero hay indicios de que ha estado siendo ocupado por alguien durante cierto tiempo, creo que la información podría ser correcta.

El hombre al que se dirigía se retiró el casco y su rostro atractivo apareció contorsionado por la irritación más profunda, miró a su informante sin ocultar sus emociones. Ninguno de los dos escuchó un jadeo ahogado, o si lo hizo no le prestó atención. El oculto espía retrocedió para alejarse de la escena, pero vaciló unos segundos mirando el rostro que había aparecido en su campo de visión. Sus ojos recorrieron con suavidad las facciones afiladas del otro, reposando unos instantes en los brillantes ojos azules del recién llegado, y algo en su estómago se retorció. Pero ignoró la emoción sorda que le invadía al contemplarle de nuevo, y se dio la vuelta para alejarse del grupo de hombres. Probablemente le habría interesado la conversación al otro lado del cristal, pero necesitaba alejarse de aquellos ojos de profundo azul. La sonrisa que había exhibido hasta su llegada se había desvanecido por completo, dando paso a una mueca molesta. Fuera, el hombre de ojos azules parecía igualmente irritado.

Linaje. (WIP) Where stories live. Discover now