Linaje. (WIP)

Capitulo 13

CAPITULO 13.

Ciudad de Tartu.

Actualidad.

El ofidio se dirigió veloz hacia su presa. El pequeño roedor se debatió en vano atrapado entre las fuertes fauces, sus estertores precedieron la ingesta. Había algo casi armonioso en la escena sin embargo, algo que su espectador apreciaba como tal. Sus brillantes ojos azules no se apartaban del cristal del terrario. Contempló la agonía del mamífero con una expresión extraña. Una mezcla de emociones que probablemente ni él mismo comprendía del todo. El movimiento a sus espaldas le hizo girarse de inmediato. Irritado por la costumbre que ella tenía de sorprenderle de ese modo. La miró sin embargo con una gesto suave, intentando disimular su estado de ánimo. Ella le enseñó su dentadura en una mueca que Ian supuso que intentaba aparentar una sonrisa.

-Hermoso- añadió ella en beneficio de la serpiente. Él suspiró enojado. Ignorar los juegos de Genevieve era siempre una mala idea que ella nunca le permitiría olvidar.

-Entonces ha ido como esperábamos- la sobresaltó, ella sonrió ladina, claramente divertida.

-Mejor- le sonrió con una mueca abiertamente hostil ahora.- aunque quizá no del todo para ti, hermanito. – lo observó con una expresión taimada que le puso nervioso. A veces tenía la sensación de que su hermana no podía pertenecer a su linaje, aunque había visto su otra forma, Genevieve habría encajado mejor en el clan serpiente.

- Nuestro pequeño Jared probablemente tendrá su ansiada oportunidad. Pero no sé qué quieres tú realmente. –se inclinó hacia él, insinuante como el reptil tras el cristal- ¿lo sabes tú, Ian?- Contuvo las ganas de ajustar sus manos entorno a su delicado cuello, ella tenía aquel "don" para enfurecerle con apenas un par de frases. Con un gesto desdeñoso para su exclusivo beneficio, intentó no mostrar lo mucho que deseaba saber la respuesta a su pregunta.

-¿Crees que será realmente fuerte? -Su hermana se enderezó en toda su escasa estatura al asegurarle.

-No puedo adivinar algo así solo por su reacción, se necesitaría un chamán y lo sabes, pero tiene fuerza, cualquiera puede verlo. –Se encogió de hombros divertida- no es que me importe como acabe vuestra patética pelea de gallos –observó clavando su mirada directamente en su entrepierna, a su pesar Ian se revolvió incómodo, incluso para él, que estaba realmente lejos de considerarse mojigato, aquella descarnada insinuación resultaba desagradable.

-Debería importarte, si Jared regresa a casa definitivamente, trayendo consigo a un miembro del linaje perdido, podrá imponer sus condiciones, querida, y ¿qué crees que hará sobre ciertas alianzas, o sobre esas viejas costumbres que siempre ha encontrado tan aborrecibles? – la miró con un destello de burla, satisfecho de poder dejarla sin palabras por una vez. La inquietud pareció al fin apoderarse de sus rasgos.

-Jared no se atrevería, tendría una oposición brutal -se detuvo al comprender la respuesta en la mirada que le dirigía -pero si ese profesor pertenece al noveno linaje... - meneó la cabeza enojada- ¡oh!. -Ian la miró insinuante:

-¿Es esto un pacto, hermanita?.- extendió su mano hacia ella. La observó morderse sus bonitos labios con rabia, la conocía bien y sabía que aquello no quedaría así, pero no le importaba mientras pudiera contar con ella para investigar al maestro. Deseaba cerciorarse de la naturaleza de éste por su propio interés y no quería dejarlo todo en manos de Jared, su hermano tenía demasiados escrúpulos y su temor a dañar a un humano sin linaje le impediría optar por las opciones más sencillas. Si el maestro no hubiera reaccionado claramente ante el jugo de ríome, Genevieve se habría asegurado de que entrara en contacto con la sustancia, eso habría dejado claro si pertenecía a los linajes. Aunque habría sido una lástima de no ser así, los hombres sin linaje morían con mucha facilidad, era algo inevitable dado sus cortas y frágiles vidas. Agradecido por la necesidad de Jared de tomar el camino más largo, lo que le daría una enorme ventaja, estudió a su hermana: