Capitulo 5

54 2 0
                                    


CAPITULO 5

Ciudad de Tartu.

Actualidad.

Fuera del aula Jared no se atrevió a parar su loca carrera hasta alcanzar su vehículo, solo entonces se detuvo unos segundos, intentando recuperar algo de aliento. Entonces pudo reflexionar un poco sobre lo sucedido y asumió que su reacción le había puesto en un auténtico compromiso. Antes de conocerle había temido no sentirse atraído o ser incapaz de interesarle. Ahora se encontraba ante un problema de sesgo muy diferente. Su intención de seducirle no incluía algo sexual todavía. No había esperado que fuera un problema, había supuesto que tendría tiempo. Ahora tenía que hacerle frente a aquellas circunstancias inesperadas. Pero lo que había pasado entre ellos minutos antes, además de inesperado, era peligroso, demasiado peligroso. Y por ende había convertido su plan en pura basura, no podría explicarle su huida a Jensen de modo convincente, seguramente ahora mismo estaba pensando que era un idiota y no podía culparlo. El nombre del maestro acudió fácil a su memoria a pesar de que no lo había usado antes, al pensar en él se sintió suave en los labios, y se escuchó susurrándolo bajito. Lo había conocido desde hacía meses pero, antes de conocerle, no tenían más sentido que un par de silabas enlazadas al azar, ya no sonaban igual.

Jensen... ahora parecían contener todo un mundo de significados. Se apoyó sobre el coche intentando tranquilizarse, aferrándose a la solidez del metal, no necesitaba meditar mucho para comprender que su reacción podía complicarlo todo de modo impredecible. Lo único que podía hacer ahora era poner distancia entre ellos, hasta que se hubiera comprobado su identidad. No podía arriesgarse, si algo así sucediera de nuevo quizá no podría detenerse... la imagen de Jensen mirándole de aquel modo insinuante, con su torso expuesto, tentándole, Jared suspiró frustrado. Su memoria podía dibujar el rastro de su propia saliva sobre la piel del maestro. El movimiento de éste hacia él al final, la pulsión en su propio cuerpo empujándole en su dirección... Sabía con completa seguridad que, de no haber salido corriendo del modo en que lo había hecho, ahora mismo se hallaría sobre la mesa del aula manteniendo relaciones sexuales con el maestro, y aunque la mera idea le incendiaba por dentro, sabía que no podía permitírselo. Si Jensen no procedía del linaje adecuado no podía tocarle. No podía arriesgarse, se repitió.

Se habría conformado con mucho menos, el hombre con el que había estado besándose minutos antes era demasiado desde cualquier punto de vista, muchísimo más de lo que podía haber soñado, sentía que le habría escogido igualmente de ser libre para hacerlo. Y por todo ello, no podía creer que fuera cierto. Un error, identidad equivocada, seguramente. Pero ahora la idea era algo más que una decepción. Tantos años de castidad no habían nublado su juicio. Le gustaba el hombre, mucho más que por su condenado físico, que sin duda era lo más caliente que había visto en su vida. Pero era ese más lo que le preocupaba. Quería saber más del profesor que había observado en el aula, quería a alguien así a su lado, tranquilo, inteligente y fuerte. No, no a alguien así, le quería a él. Pero sabía que tenía que ser cauteloso. Habían encontrado a Ackles casi por casualidad. Siempre había alguien vigilando las ruinas, pero cuando Rob se incorporó a la excavación, se había mostrado fascinado por el hombre. Durante un tiempo Jared creyó que era algo más que admiración profesional, hasta que su amigo se había comprometido con Candice, dejándole boquiabierto y de pronto había saltado con la noticia que hizo girar todas las miradas hacia el maestro.

El día anterior no podía creerlo, le asustaba esperar demasiado de los mitos. Ahora no podía creerlo porque deseaba hacerlo. Se había resignado a su soledad, sus esperanzas se habían limitado a esperar alguien que pudiera respetar y que fuera agradable. Pero ahora estaba asustado. Si se atrevía a creerlo posible, no soportaría perderlo. Había estado preparado para muchas alternativas, pero no para que dos simples silabas revelasen su poder, y ahora era diferente, ahora las escuchaba en su mente como una promesa que le costaba rechazar. "Jensen, Jensen, Jensen",

Linaje. (WIP) Where stories live. Discover now