• 13 [Extra]

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Capítulo 13

Extra, no publicado en
la cuenta antigua.

—¿Leo? —Dijo estando en su habitación mientras su hermano permanecía embobado viendo su serie en la planta baja. Quizá lo mejor era arreglar las cosas con Lyo antes de que generara terror en su casa, lo que menos quería era que su familia se diera cuenta. —Leo, quiero disculparme contigo. —Tapó su rostro con una almohada. —Nunca en mi vida había visto un fantasma, mucho menos hablado con él, tengo miedo, esto no es normal. Solo déjame ayudarte y ve-vete.

Dijo eso último sin querer decirlo en realidad, Lyonel le agradaba mucho, sería difícil saber que ya nunca lo vería, pero tal vez era lo mejor para todos, dejarlo descansar en paz.

—Nunca fui importante para nadie. —Reapareció, sentándose junto a ella en la cama. —Creo que este ha sido mi destino desde el inicio.

—Yo, yo no quise decir que no me importes. —Mad se armó de valor para verlo a la cara, saber que estaba viendo un fantasma le daba una sensación extraña, no era feo, sino todo lo contrario, un chico muy apuesto.

—¿Aún te doy miedo?

Asintió. —Pero estoy dispuesta a ayudarte. —Intentó tocar su hombro sin sentirse extraña, pues ella podía sentirlo perfectamente, como si aún fuera humano.—¿Qué quieres que haga?

—Primero, me gustaría desahogar mi dolor, tengo que contarte mi historia.

—Te escucharé. —Respondió sintiendo nervios, no quería traumarse, cuando alguien le contaba una situación, las imágenes se reproducían con facilidad en su mente.

—He intentado conseguir ayuda de muchas maneras, pero nunca lo he logrado, cuando sé que una persona puede verme intento pedirles ayuda y únicamente los asusto al darse cuenta de lo que realmente soy. Ni siquiera sé como es que tú, por fin... —Se quedó callado un instante e inevitablemente sus lágrimas se derramaron. —Vas a ayudarme. —Sonrió con dificultad.

—No sé qué es lo que sientes, pero no quiero que sufras más así. —Contestó en un hilo de voz, ver llorando a alguien con mucho sentimiento era contagioso.

—¿Sabes lo que es que tu familia te abandone?  A mi, me abandonaron, no pude hacer nada. No puedo descansar, solo recordar como ocurrieron las cosas me hace quedarme atascado aquí, en este mundo. No viví todo lo que debía, nunca hice lo que cualquier otra persona haría en vida.

Mad escuchaba con atención sus palabras y la idea en su mente se produjo a toda velocidad, haciéndola hablar. —Quizá, sigues aquí porque tienes una oportunidad.

—¿Una oportunidad?

—¿No lo pensaste antes? Tal vez, sigues en este mundo atrapado porque tienes la oportunidad de apreciar lo último, hacer lo que quieras.

—No puedo Mad, no puedo hacer lo que quiera, nada.

—¿Por qué no? Aún puedes ver el lugar donde viviste, puedes ver a la gente, a tu familia yendo a algún lugar, aún puedes apreciar muchas cosas.

—Pero estoy sufriendo, esto no puede ser una oportunidad de nada.

—Entonces si no es una oportunidad, yo te concedo la oportunidad.

—¿De qué hablas?

—Escucha Lyo, voy a ayudarte a hacer lo que quieras hacer, por algo puedo verte ¿no?...

Mi Vecino No Existe © Reedicion Donde viven las historias. Descúbrelo ahora