𝐇𝐨𝐧𝐞𝐲, 𝐃𝐢𝐝 𝐘𝐨𝐮 𝐊𝐧𝐨𝐰 𝐓𝐡𝐚𝐭? • [𝐊𝐨𝐨𝐤𝐕]

⋆ Episodio 27┊ . 💫 ˚

Pt.1

—TaeHyung, no creo que sea el momento más adecuado. O sea, no es que no quiera, solo que... no sé. ¿Le agradaré acaso?

TaeHyung rodó los ojos mientras cruzaba las piernas y los brazos.

—¡Por dios Jeon! Es mi mamá no un Tiranosaurio Rex —Le miró ofendido, como si quién dijera que su madre es una abominable criatura de la prehistoria hubiera sido el pelinegro y no él mismo—. Es súper dulce y de seguro le caerás de maravilla, no deja de preguntar cuando te conocerá.

JungKook suspiró, enterrando la nariz en el cuello del castaño mientras apretaba el abrazo en su costillas.

Habían estado la mayoría de la tarde en casa de JungKook mientras miraban un maratón de películas acumuladas que habían salido en extreno y se llenaban el estómago con comida china a domicilio.

—Vale, vale vale. No te enfades, es que es mi primera vez joder, quiero hacerlo bien —Le apretó más contra sí antes de dejarle un beso en la mejilla.

TarHyung suspiró para dejarse el enfado, y aunque pareciera que estaba enfadado no lo estaba. Bueno, ya no, JungKook siempre era sincero con él y que le confesara que quería que su mamá se llevara una buena impresión de él le acarició el alma.

—¿Nunca has tenido pareja? En plan serio, que tus padres quieran conocerla, o que quieras que ellos le conozcan.

JungKook meditó la pregunta mientras acariciaba con la punta de su nariz el hueco tras la oreja de TaeHyung. El olor, ese olor a comodidad, a hogar, a dulce; ese olor que caracterizaba a TaeHyung era capaz de sacarlo de circulación por unos instantes.

—He tenido novias y algunos ligues, pero nunca he tenido la necesidad de presentarselos a mis padres.

TaeHyung valoró la respuesta.

—¿A ellos —Dudó un poco más antes de terminar la pregunta—... no les interesa?

TaeHyung conocía que los padres de JungKook casi nunca estaban en casa y que sus trabajos implicaban que se fueran a veces de la ciudad o incluso del país. Le había contado que había aprendido a estar solo y que por eso no se sentía en el compromiso de deberle nada a nadie. ¿Amaba a sus padres? Sí, JungKook le había confesado que los amaba y que en su niñez nunca dejaron de estar ahí para él.

—Papá es más reservado, pero mamá sabe que nunca han sido historias que valieran la pena conocer. Pero cuando estuviera listo, ellos estarían encantados de conocer a la persona que vale la pena en mi vida —Le acarició el pelo con una sonrisa, dejando otro beso esta vez en su lóbulo—. Y creo que es bastante evidente a quien quiero presentarles.

Se le agitaba el corazón. TaeHyung sentía que quería morir derretido en una hoguera cuando JungKook resultaba ser así de directo con sus sentimientos. Se echó a un lado para poderle ver la cara a su novio, encontrarse con sus castaños he intensos ojos y aquellos labios que siempre estaban hambrientos de besos. Y era obvio que le sonrió, y a JungKook también se le calentó el pecho como si fuese una hoguera.

¿Sentirse así por alguien? Jamás.

TaeHyung lo besó, agarrando con sus largos y delicados dedos su mentón, una sutil caricia para el contrario. Fue un beso delicado, cargado de cariño, lento y afiebrado, que significaba cuanto a TaeHyung le habían afectado sus palabras.

—¿Y no les importará que sea un chico? —murmuró sobre los labios del pelinegro que gruñó por lo bajo.

JungKook buscó sus labios, intentando obtener la misma respuesta anterior.