⋆ Episodio 12┊ . 💫 ˚

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JungKook había estado confundido los últimos días en que una cierta  personita le hacía compañía. Cierto cosquilleo intenso le picaba en el pecho, justo cerca del lado izquierdo, haciéndolo sentir raro cuando pasaba tiempo con el castañito de grandes espejuelos. Y tenía miedo, porque ese cosquilleo no se había manifestado junto a otras personas. Y no eran cosquilleos normales.

En el patio de la facultad, sentado en un banco lo más lejano posible, observó a lo lejos a su compañero de mesa leer un gordo libro del "Señor de los Anillos".

TaeHyung era un poco raro, aunque nada que no se pudiese arreglar con un corte de pelo y algún cambio de ropa. Sin embargo, creía que seguía siendo lindo así con sus prendas holgadas y su cabello un poco largo en la nuca, junto a sus gafas fondo de botella, recalcando, que los cordones de sus zapatos casi siempre andaban sueltos.

Recordó la primera vez que le vio. Juraba que sentía espanto hacia su personalidad revuelta y entrometida. TaeHyung había aclarado que era su único amigo. Y sí, parecía muy cómodo con su compañía. No quitaría las veces que le había asustado, o lo había visto tomando un jugo de tomate con manzana. No, jamás se le hubiese ocurrido. Pero al chico parecía gustarle, y eso era raro y lindo a la vez.

Tae Hyung ya se dirigía a él cuando aún estaba sentado sintiendo un revoltijo despiadado de pensamientos. Sus largos cabellos se mecieron rebeldes con la ventisca que sopló. Sus ojos se acompañaban de un guiño casi imperceptible, mientras agarraba el libro como si fuese lo más importante que tenía en manos, y las gafas, como si también fueran a volar con el despiadado viento.

Sus anchos pantalones deportivos se movieron, procurando que JungKook se fijara que era la primera vez que usaba unos más apretados. Su ancha polera se adhirió en la izquierda, dando línea al torso. Odiaba esa polera de una piña gigante con gafas. Pero no podía negarse a que ese horrible color verde le quedara bien.

Tae Hyung se sentó a su lado chistando el momento en que el viento paró y se removió el cabello con tal de acomodarlo. Los ojos de JungKook se fijaron ahora en sus humildes manos, perfectas, de largos dedos, uñas cortadas y limpias. A diferencia de las suyas, con un tatuaje de hacía dos años con letreros con tinta de la mala como si había hecho borrones negros en su piel.

—¿Sabías que si alguna vez sientes que alguien te está mirando, es muy probable que así sea? Se cree que nuestro cerebro cuenta con un instinto natural llamado escopaestesia, que nos permite detectar si alguien nos está mirando de forma extrasensorial. ¿Te ha pasado? —Esta vez se giró a verle, conectando su mirada tras cristales hacia la castaña de su compañero pelinegro.

JungKook entonces sintió una intensa sensación dentro de su estómago. No eran mariposas, sino parecían ser más bien lombrices despiadadas y crueles que se comían sus órganos con mucho ímpetu. No podía ser que ese castaño raro le provocará algo solo con mirarlo. ¿O sí? Preferiría imaginar que eran eso, lombrices, y no mariposas.

JungKook frunció el ceño y comenzó a tocarle el cabello a TaeHyung. Notó que este era tremendamente suave, como el de una chica. Puso un dedo en su barbilla sintiéndolo de la misma manera, si quiera podía notarse el nacimiento de una barba. Y como último tomó su mano, también delicada, tan aterciopelada como tela, y eso lo impresionó.

TaeHyung era un chico y no entendía como eso llamaba su atención. Había conocido chicos lindos. Jimin era uno de ellos, sin embargo el rubio tenía las manos más callosas y aunque sus labios eran un poco más afeminados no lograban sembrar esa semilla de delicadeza que tenía TaeHyung.

—¿JungKook? —TaeHyung preguntó con una ceja alzada, arrugando su frente. Jeon le miró—. ¿Te sientes bien?

Sus labios eran lindos también. ¿Serían suaves?

<<¡Oh no JungKook mierda céntrate!>>

—Uh, sí sí —Soltó su mano como si quemara y respiró disimulado antes de tantear sus bolsillos para sacar su caja de cigarros—. Necesito fumar. ¡Urgente!

Y se levantó corriendo a la parte trasera del instituto. TaeHyung se alarmó y corrió tras él.

—JungKook ni se te ocurra. ¡La deforestación!

 ¡La deforestación!

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𝐇𝐨𝐧𝐞𝐲, 𝐃𝐢𝐝 𝐘𝐨𝐮 𝐊𝐧𝐨𝐰 𝐓𝐡𝐚𝐭? • [𝐊𝐨𝐨𝐤𝐕]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora