•Capitulo 2

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La mañana del 1ero de septiembre estaba fría y nublada, La familia Potter caminaba entre cientos de personas que se despedían y por donde quiera que pasaban las miradas se posaban en la más pequeña de la familia ¿y cómo no mirarla, si la chica era una mata de cabellos cobrizos con piel azul que se rascaba con bestialidad?.

-todos nos miran y es tu culpa James. -Reclamó la ahora, piel azul a su Mellizo.

-Tú fuiste la egoísta que no quiso compartir esa rana de chocolate. -Canturreó James burlón.

-Todo fue una trampa.-Se quejó ella mientras se detenía.

-Sí, lo fue y caíste en ella.-Dijo James antes de soltar una gran carcajada.-Tranquila, en dos o tres horas el color azul se habrá ido...

La señora Potter abrazó a los gemelos sin darme importancia a la discusión que estos tenían, si bien, ya estaba acostumbrada a ese tipo de bromas.

-¡oh mis niños! Los voy a extrañar mucho. -Exclamó la mujer con tristeza mientras los abrazaba y besaba sus mejillas.

-Sí, madre, nosotros a ti. -Dijo James limpiándose discretamente aquellos besos.

Una vez que su madre los lleno de besos y abrazos ambos niños se acercaron a su padre, Charlus Potter sonrió y se hinco a la altura de los mellizos para abrazarlos.

-Niños, por favor, compórtense, No quiero que los corran el primer mes, por lo menos esperen al segundo año -Habló el hombre mientras pellizcaba la mejilla azul de su hija.- Jaymie, cuida a tu hermano...James...Solo no incendies nada...

Una vez que los padres de los mellizos se despidieron de ellos, con un beso y un abrazo a cada uno, los mellizos subieron al famoso tren escarlata, arrastrando sus baúles de un lado a otro, después de cinco minutos ambos estaban rendidos recostados sobre sus baúles, aun sin encontrar un compartimiento libre.

-Aún faltan los últimos compartimientos.-James alentó a su gemela mientras se ponía de pie y comenzaba a jalar su baúl.

Jaymie soltó un sonoro bufido y comenzó a caminar detrás de su hermano, James se detuvo en la puerta de un compartimiento y abrió la puerta asomando su cabeza, Jaymie se asomó detrás de él y observó con alivio a los chicos que estaban sentados ahí, eran solo tres personas.

-¡Hola! .-Saludó Jaymie con entusiasmo.-Mi hermano y yo tenemos horas buscando un compartimiento pero todos están llenos ¿podríamos sentarnos aquí?.-Pregunto la chica exagerando un poco las cosas.

La chica dentro del compartimiento -quien estaba acompañada de dos chicos mas- observo con asombro a Jaymie mientras asentía tímidamente.

-¡Gracias a Merlín!.-Exclamó James.

Una vez que Jaymie y James terminaron de acomodar sus pesados baúles se sentaron en el cómodo sillón rojo y observaron a sus acompañantes, Un chico de brillantes cabellos negros ligeramente despeinados, piel pálida y un par de ojos grises, estaba sentado junto a la ventana frente a la chica, ella era de cabello rojo como el fuego, piel clara y unos hermosos ojos verde esmeralda, el chico a su lado era un chico escuálido, de piel pálida y grisácea, cabello largo, hasta los hombros negros al igual que sus ojos y una nariz algo torcida.

La chica pelirroja estaba llorando mientras el chico a su lado la consolaba.

-No te preocupes por ella Lily, ella solo quiere ser como tú, Pero, Ya veras, Cuando quedemos en Slytherin...

-¿SLYTHERIN?.-Exclamó Jaymie con sorpresa interrumpiendo al chico que trataba de consolar a la pelirroja.-Prefiero que me rompan todos los dedos de la mano...

-Solo los perdedores tontos de cara fea van a Slytherin.-Por primera vez hablo el chico de ojos grises.-Toda mi familia fue Slytherin y yo soy demasiado guapo, inteligente y genial para estar ahí.

-Entonces tu quedas perfecto en esa casa.-Se burló James señalando al chico de nariz torcida, el chico de ojos grises que estaba sentado a su lado levanto la mano esperando que chocaran la mano, y así lo hizo.

-¿y tú a que casa quieres ir?.-preguntó con sarna la pelirroja observando a James con desdén.

En segundos James estaba parado en su asiento con una pose "heroica" fingiendo sostener una espada mientras Jaymie se había hincado en una de sus rodillas mientras hacía manos de jazz apuntando a su hermano, como si estuviese presentando algo.

-En la casa de los valientes y los leales leones, "Gryffindor", igual que mi padre.-Canturreo James con heroicidad.

Acto seguido Jaymie, James y el chico de ojos grises se echaron a reír, mientras los restantes los observaban con desdén.

-Querrás decir musculosos sin cerebro.-Dijo el chico de nariz torcida.-Son unos tontos...

-Solo nos falta ser perdedores y feos para quedar en Slytherin ¡Como tú!.-Exclamó Jaymie con un entusiasmo mal fingido.

-Vámonos Severus, Mejor busquemos otro compartimiento.-Dijo Lily levantándose y tomo a Severus de su ropa jalándolo fuera del compartimiento.

-¡Adiós Quejicus!.-Grito el chico de ojos grises antes de que la puerta de cristal se cerrase con furia.


Una vez solos, ellos tres, no pudieron evitar carcajearse mientras se burlaban de aquellos chicos.



.Nota de la autora.

¡Hola mis amados lectores!

Sé que no soy la mejor haciendo esto, pero me alegra saber que mi historia no está en malos pasos.

Para mi es algo nuevo escribir sobre los Merodeadores, jamás lo había intentado, y es que el margen de error es más grande que cuando escribes sobre la segunda o tercera generación. Por eso quiero que me ayuden con sus comentarios, si notan que algo no va, o que me equivoque en algo no duden en hacérmelo saber.

¡También quiero saber que opinan del Capítulo así que espero sus comentarios!

Los merodeadores y la PotterUnde poveștirile trăiesc. Descoperă acum