Los merodeadores y la Potter

•Capitulo 20

Jaymie despertó gracias a los constantes y ruidosos ronquidos por parte de Sirius y Peter, con ojos somnolientos se levantó de la cama de su hermano y se asomó por la ventana, aún no había nadie afuera, ni siquiera Hagrid el guarda bosques.
—Ya era hora.—La burlona y ligeramente ronca voz de Remus llegó hasta sus oídos provocándole dar un pequeño brinco por el susto.

—Siempre despierto temprano, debió ser que anoche nos desvelamos.— Jaymie se excusó encogiéndose de hombros.

—Eso no me impidió nada.—Le dijo el castaño acercándose a ella.—¿Irás a las pruebas de Quidditch?

—Claro que si.—Jaymie sonrío de lado.—Seré la mejor golpeadora que jamás hayas conocido...

—Eso quiero verlo.—Sirius rió burlón saliendo de la cama.—El año pasado no quedaste...

—¡Eso fue solo por qué aún era muy pequeña!.—Exclamó Jaymie provocando que el pobre y pequeño Peter despertara asustado.

—Pero yo sí quedé...—Canturreó Sirius jugando con uno de los mechones cobrizos de Jaymie.

–¡Seguro fue por qué la capitana estaba babeando por ti!.—Le gritó Jaymie golpeando la mano de Sirius y este la retiro rápidamente.

—Fue por qué James dijo que si Sirius no entraba el rechazaría el puesto.—los delató Remus poniendo los ojos en blanco.
—¡Nos traicionaste!.—Exclamó James señalando a Remus.

(...)
Los ojos de Jaymie estaban puestos sobre sus pies mientras jugueteaba con sus manos nerviosamente, Merodeaba por los pasillos de Hogwarts buscado algo que hacer para distraerse sobre las pruebas que serían en un par de horas.

—¡Ese Potter es un idiota!.—Escuchó a Lily Evans detrás del uno de los murales.

Jaymie no pudo evitar fruncir el ceño molesta y se acercó hasta la chica dispuesta a callarle.

—¡El, su Hermana y esa bola de idiotas que lo siguen!.—La voz no le era muy conocida pero era obvio que se trataba de Quejicus Snape.

—¿Por qué no cierran la boca?.—Les grito Jaymie enfurecida parándose frente a ellos.—Lily, mi hermano nunca te ha hecho nada...—Jaymie comenzó a Explicar mientras su cara enrojecía poco a poco.—Lo único que él hace es advertirte sobre esta serpiente...¡Y TÚ MALDITO IMBECIL DE MIERDA! ¿POR QUÉ NO VAS Y SE LO DICES EN LA CARA? ¡A VER SI MUY VALIENTE!.—Esta vez Jaymie le gritaba al chico de cabellos negros y grasosos.

—Tu y tu hermano son las personas más arrogantes que conozco.—Le respondió Lily furiosa aún que con un tono de voz mucho más bajo que el que Jaymie había usado.—No necesito que me digan con quien estar y con quién no...
—Solo tratamos de advertirte...—Jaymie había dejado de gritar, sin embargo mantenía los puños cerrados a sus costados.

—Ella no necesita advertencias de una Estupida como tú.—Le dijo Severus.—Ustedes los Gryffindor son una bola de gorilas de mente cerrada...

—¡Hey cuidado que tu querida amiga También es Gryffindor...!.—Jaymie ya había sacado su varita lista para desarmar al chico.

—Olvídalo Sev, ella es una terca como no tienes idea.—Dijo rápidamente Lily tomando al chico de la muñeca y jalándolo para dejar a Jaymie sola.—¡Ya ni amigas tiene por eso!.—Había comentado Lily Burlona mientras se alejaban.

Y fueron aquellas palabras las que hicieron explotar a la chica, no de furia ni de rabia, de tristeza.
Jaymie inmediatamente siguió con su recorrido intentando retener las lagrimas que se avecinaban por salir.
Caminó, caminó y caminó, subió y subió y giro y giro hasta que finalmente llegó a la sala común donde se dejó caer en uno de los sillones mientras sollozaba desconsolada.
No se preocupó por qué alguien pudiese verla, todos estaban en Hogsmade.
Su Única y mejor amiga, Sarah, ya no estaba en Hogwarts, su familia se mudó a Francia, porque el hermano de su padre les había ofrecido su casa y un puesto en el ministerio de magia francés. Lo peor del caso, es que Sarah y Jaymie se habían peleado días antes de que Sarah se fuera.

—¡Eres un estupido Black!.—El estridente grito del Marlene McKinnon provocó que un escalofrío recorriera la espalda de la cobriza.

Jaymie dirigió su mirada a la chica de cabellos castaños y la vio hacer una rabieta antes de subir a la habitación.
Justo después de que ella se fuera entro Sirius con una mano sobre su mejilla y apestando a cerveza de mantequilla.

—¿Qué es lo...?
—¡No digas ni una palabra!.—La interrumpió Sirius -casi gritando- subiendo a la habitación de los chicos.

Jaymie confundida siguió al pelinegro dispuesta a interrogarlo.
Cuando entró a la habitación de los chicos lo vio lanzarse a su cama sin ánimos.
—¿Soy un patán?.—Soltó Sirius después de unos segundos.—¿Parezco un jugador?*
—¿De qué hablas?.—Le preguntó Jaymie sentándose en el borde de la cama junto a él.
—Es que...–Sirius comenzó a explicar mientras sentaba con las piernas cruzadas y palmeó el espacio de cama frente a él.—Marlene me dijo que era un jugador, que james y yo lo único que hacíamos era acosar a la chicas y...no lo sé, siempre me lo dice, pero hoy fue diferente.—Terminó de explicar mientras Jaymie se sentaba frente a él con las piernas cruzadas.

—Tal vez dijiste algo...no lo sé, algo que la hizo sentir mal.—Jaymie trató de consolar al pelinegro.—Sirius, sinceramente no tienes una buena fama, yo sé que sales con muchas chicas por qué no has encontrado la correcta...pero eso no está muy bien visto y menos cuando tu personalidad es la de un cretino...

—Pero no puedo evitarlo.—Se excusó rápidamente Sirius escondiendo su rostro en sus manos.—Y me siento fatal justo ahora, por qué, creo que Marlene es la chica de mis sueños y...
—¡Escúchame pedazo de mierda!.—Jaymie interrumpió a Sirius tomándolo del cuello de la camisa.—¡No importa lo mucho que te guste, a ella no le gustas, ella camina por el otro lado de la acera, y no tengo tiempo de escuchar tus lamentos amorosos, tengo una prueba en media hora y agradecería que pusieras tu trasero fuera de esta cama y me acompañaras!

*Jugador: en estados unidos a un chico que juegas con las chicas se le dice Player, me gusta más esta palabra que mujeriego o donjuán.