•Capitulo 8

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En los siguientes días las cosas cambiaron bastante para Jaymie, y también para su hermano y sus amigos, por que, mientras ella pasaba el rato con Lily y sus amigas, los chicos se metían cada vez en más problemas.
-Te culpo a ti Remus .-Decían Peter y James algo enfadados al castaño.
-Si, tal vez no debiste decirle que pasara tiempo con Evans.-Le reclamo esta vez Sirius.
-Oigan, yo no pensé que se fuera a alejar de nosotros.-Se defendió Remus mientras terminaba de abotonarse la camisa.
-Tenemos que encontrar la forma de que vuelva a estar con nosotros .-Dijo James jugueteando con su varita pasándosela por los dedos.
-Tal vez podríamos ponerlas en contra.-Sugirió Peter.
-No, eso nunca resulta.-Murmuró Sirius.
—Podríamos hacerles una broma, seguro que Evans explota y le podemos decir que fue idea de Jaymie...
-Es lo mismo que ponerlas en contra.-Dijo Remus rodando los ojos.- Mejor hablemos con Jaymie...

Jaymie por otro lado, caminaba silenciosamente detrás de Lily Marlene y Alice, ellas caminaban rápidamente mientras cuchicheaban y se reían, y eso era algo que Jaymie simplemente nunca hacia, ella estaba acostumbrada a caminar lento, hablando fuerte y bromeando.
Es cierto que para ella era importante tener amigas mujeres, ya que toda su vida convivio solo con James y se acostumbro a esa forma de vivir, entre bromas, gritos, reír a carcajadas y peleas, aun que, también le hacia falta esa amiga, con la que podía hablar de cosas serias sin que se burlaran de ella o que al menos la tomaran en serio, y pensó que conseguiría a esa amiga en Lily...pero, simplemente eran muy diferentes.

-Jaymie, ¿te sientas conmigo?.-Preguntó Lily a Jaymie mientras entraban a la clase de transformaciones.
-Yo...Lo siento, me sentare en mi lugar esta vez .-Le respondió Jaymie un poco incómoda.
Jaymie se dirigió a su lugar, ahí ya estaba sentado el chico extraño del primer día.

Después de que el salón estuviese completo la profesora McGonagall por fin se hizo presente y como siempre comenzó con la asistencia.

Durante los primeros minutos de clase Jaymie no podía evitar observar a su hermano y a sus amigos, en verdad quería estar con ellos, pero, no podía, no habían peleado ni nada por el estilo, pero sencillamente no encontraba la forma de hablarles.

-Solo ve con ellos .-Dijo el chico sentado junto a ella sacándola de sus pensamientos.
-¿que?.-Pregunto Jaymie con confusión observando al chico.
En realidad, era la primera vez que lo miraba directamente a la cara, era de piel trigueña, cabello negro y un par de ojos castaños, era de labios finos y rosados y de facciones finas y agraciadas, demasiado como para ser niño.
Entonces Jaymie compendió.
-Tu...¿cual es tu nombre?.-Preguntó Jaymie un poco sonrojada por su ignorancia ante aquella importante información.
-Sarah Dickens .-Respondió la chica confundida.- Siento no haberme presentado antes, pero parecías molesta el primer día, y después me dio pena...
-No...no te preocupes esta bien.-Jaymie le dedico una sonrisa amigable.
-¡Potter, Dickens guarden silencio!.-Les reprendió la profesora McGonagall.

Los merodeadores y la PotterWhere stories live. Discover now