•Capitulo 12

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Era una mañana fría, Peter y Remus recién bajaban a la sala común.
El lugar estaba solo y silencioso, todos seguro seguían dormidos por la gran celebración de la noche anterior, y aparte, era Sábado.
Seguro en otras circunstancias seguirían dormidos, pero, la noche anterior, habían sido castigados, privándoles descansar los fines de semana ayudando a la profesora McGonagall.

-¿Donde esta Jaymie?.-Pregunto Peter a Remus mientras inspeccionaban el lugar.

La chica les había contado lo mucho que Lily comenzaba a molestarle desde que comenzó a juntarse con Sarah y que estaba considerando dormir en la sala común, pero no había rastros de ella.
Mientras Peter y Remus buscaban a la peli-Cobriza, James y Sirius apenas estaban bajando de las habitaciones de los hombres, el aspecto de los chicos no era el mejor de todos, ambos tenían los ojos rojos, y el cabello totalmente desordenado, james aun tenía el hilo de saliva bajando por su barbilla mientras que la ojeras de Sirius lo hacían ver aun mas pálido de lo que en realidad era.
-¡Chicos a que no saben lo que hice!.-La peli-cobriza por fin se había dignado a aparecer, en sus manos llevaba una bolsa de tela café llena de cosas desconocidas.
La chica corrió a la mesa de centro y volteo la bolsa en esta.
De la bolsa café salieron decenas de golosinas.
-¿Como lo haz conseguido?.-Preguntó James acercándose con asombro a su hermana mientras tomaba un CupCakes de chocolate.

-Gracias a Mi .-La suave voz de Sarah provocó que los cuatro chicos pegaran un salto.
Los cuatro observaron a su alrededor en busca de la pelinegra sin resultados, la chica simplemente no estaba.

De pronto La cabeza de Sarah apareció flotando junto a Jaymie, al principio eso realmente les asusto, pero, unos segundos después recordaron la capa.

-¿Ustedes...solas?.-Preguntó Sirius sorprendido tomando una rana de chocolate.

-Que seamos chicas no quiere decir que no podamos Sirius...

El sol apenas salía y los seis niños aún estaban limpiando el gran comedor, si, se habían levantado a las 7:00 para alcanzar a terminar antes del desayuno.
Las dos chicas estaban exhaustas tendidas sobre la mesa de Gryffindor mientras Peter y Sirius terminaban de limpiar el piso y James y Remus sacudían los ventanales.

-La próxima vez será mejor que no nos atrapen.-Dijo Sirius recargándose sobre el palo del trapeador.
-¡No habrá próxima vez!.-Exclamaron a la vez Remus y Sarah.

-Claro que la habrá.-Una voz desconocida para cuatro de ellos se hizo sonar por encima de todas las voces.

Los seis observaron la entrada al gran comedor con curiosidad, se trataba del "Bad Touch Trio"

-¿De qué hablas Antonio?.-Pregunto Sarah con curiosidad sentándose en la mesa.

Ni James ni Sirius estaban realmente encantados con la visita del trío de muchachos aquella mañana, en realidad, estaban molestos.
¿Quienes se creían para darles ordenes? ¿Su padre?
Aun que el plan era bueno, a James no le agradaba para nada la manera en que Antonio Francis y Gilbert se habían entrometido y sobre todo la manera en la que Gilbert miraba a Jaymie.

Los pequeños ojos de Peter inspeccionaban con desconfianza la habitación de los chicos, hace ya unos minutos que habían terminado de desayunar y habían decidido que los 6 irían a la orilla del lago a planear alguna broma...bueno, los 5 por que Sarah había dicho que ya tenía suficiente con el castigo de la noche anterior, pero, Peter había vuelto a la habitación por unas golosinas, para su sorpresa se había encontrado a Lily hurgando entre las cosas que estaban en la dala común, en la mochila de Jaymie.

Los merodeadores y la PotterWhere stories live. Discover now