Capítulo 10

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X

Había aceptado.

Le había dicho a Nathaniel que sí. Que me quería casar con él. Pero no tenía por qué sentirme culpable, él sabía el porqué he aceptado. Pero aún así me era imposible dejar de pensar en eso en el transcurso de Prescott hasta Afgelith

—Mis padres quieren que vayas a senar mañana —me informó Jazmín, antes de que el tren logre llegar a nuestro destino.

—Ah, claro. Estaría encantada —accedí.

—Mi madre ya quiere que llegue el día de la boda para verte lucir su vestido, con unos arreglos, claro.

El tren se detuvo en la estación y bajamos de él. Se sentía bien volver a casa y respirar el cálido aire de Afgelith.

—Después de irte a dejar a la residencia de los Gilbert iré a casa de mis padres —me avisó Jazmín.

Asentí.

Tomamos un carruaje y nos llevó hasta casa. Al entrar ahí se encontraban Meredith bebiendo de una taza de té y a Rosally tejiendo.

—¡Evangeline! —chilló Rosally en cuanto me vio y corrió a abrazarme—. Te extrañé demaciado, sentí que había pasado una eternidad de tiempo.

—Ya estoy aquí —intenté decir, tomando la mayor cantidad de aire que pude ya que el abrazo de Rosally le impedía al oxígeno llegar hasta mis pulmones.

—Ya lo veo —respondió ella, alejándose de mí—. Lady Demondariz —saludó ahora dirigiéndose a Jazmín—, que gusto verla.

—Lo mismo digo, Rosally —se limitó a responder Jazmín.

—Jazmín Demondariz —murmura Meredith, sin despegar la mirada de Jazmín—, hacía años que no te veía, cuanto has crecido.

—Han pasado años desde la última vez que la vi, Meredith.

—¿Por qué no te quedas a comer?

—Me temo que será en otra ocasión, ahora debo volver a casa, prometí llegar lo antes posible con mis padres.

—Lo entiendo, querida.

—Es una lastima que usted se tenga que ir —farfulló Rosally.

—Vendré por ti mañana a la tarde, Evangeline —avisó Jazmín antes de salir sin tomar en cuenta el comentario de Rosally.

—Eso sonó cómo a que la estabas corriendo —comenté a Rosally.

—¡¿Qué?! Claro que no. Mejor vamos a llevar tu maleta arriba —tomó mi maleta y la subió mientras caminaba detrás de ella hasta llegar a mi habitación—. Tienes que contarme todo. Con detalles. ¿Viste a Elian en el baile?¿Cómo lucía?

—Cómo un amargado.

—pero, ¿cómo amargado muy sexy?

—No cabe duda que serían la pareja perfecta; los dos piensan que él es...

—¿Él es...?

—No tan horrible como lo es por dentro.

—No sabes por lo que ha pasado —defendió.

—Ni me interesa saberlo —finalicé, saliendo de la habitación camino a las escaleras.

Al bajar ya estaba ahí Olivia.

—Creí que no llegarías hasta mañana —comentó ella.

—Eso parecía, pero Lady Jaidee pensó que sería mejor idea que regresáramos Jazmín y yo hoy mismo —respondí.

El Juego Del ReyWhere stories live. Discover now