Capítulo 17

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XVII

No tuve que escuchar dos veces cuando ya me había puesto de pie.

—Será mejor que vayas a hablar con ellos —murmura Damián.

No dije nada y salí del comedor.

—La esperan en la oficina del príncipe —me informó el hombre.

Las cinco jóvenes, como de costumbre, salieron detrás de mí. El hombre me guió hasta la oficina de Damián. Al estar frente a ella, sentí como un escalofrío me recorrió desde la cabeza hasta la punta de los pies. El hombre abrió la puerta para permitirme el paso.

Al entrar, Misael y Olivia estaban sentados dándome la espalda mientras que Rosally estaba sentada en el pequeño sillón a un lado de la ventana.

Olivia fue la primera en voltear a verme. A penas podía asimilar que estuvieran aquí cuando sentí la mano de Olivia impactar fuertemente contra mi mejilla.

Rosally y Misael reaccionaron de inmediato ante el suceso poniéndose de pie, impacientes a que reaccionara, pero claro que no iba a hacer nada, después de todo, Olivia era mi madre.

—¿Cómo te atreves a hacernos ésto? —me reprochó—. Tenías un futuro asegurado, el cual dejaste ir por andarte metiendo en la cama del príncipe, y mírate, estás esperando un hijo de él.

—No vine con intenciones de discutir con usted —hablé.

—Y no esperes a que te tengamos las puertas abiertas cuando el príncipe te rechace por ser de clase tan baja.

—Usted no puede saber lo que pasará.

—Él jamás podría estar con alguien como tú, dudo que alguien quiera realmente hacerlo, y cuando él ya no quiera saber de ti, nosotros no estaremos para ti.

—Olivia, hay que dejarla hablar —le pidió Misael.

—¡Ella sólo nos ha traído desgracias! Por tu culpa nos quedaremos en la calle y Meredith seguramente morirá.

—No tienes que decir tal cosa —habló Rosally.

—Es la realidad —sin más salió del lugar echa una furia.

Rosally hizo una mueca y salió tras ella.

—Lo lamento por eso —murmuró Misael.

—Lo lamento por no haberles dicho de tal cambio —me dirigí hasta la silla del otro lado del escritorio para quedar frente a Misael—. No sabía que esto iba a suceder.

—Conseguiré el dinero para pagar la propiedad, de eso no tienes que preocuparte.

—¿Y el dinero que Nathaniel ya había enviado?¿Y el médico de Meredith?

—Ya habrá otra forma de resolverlo.

—No tomé esta decisión solo pensando en mí, pero estando con Damián podré tener un mejor estatus, ustedes podrán estar mejor, haré que Damián les consiga una mejor residencia, incluso podría pedirle que a usted le dé un mejor empleo.

—No aceptaré otra vez el dinero de alguien más, Evangeline.

—Pero lo necesitan.

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