Capítulo 13

53 14 0
                                    

XIII

-Espero volverla a ver, Lady Jaidee -espeta el rey, besando la mano de Jaidee, para enseguida dirigirse a mí-. Y usted debería sentirse afortunada de poder formar parte de esta familia.

-Lo hago, majestad.

-Espero así sea.

-Le agradecemos la invitación, alteza -habla Jazmín.

-Y yo les agradezco a usted por aceptar venir aquí.

-Espero verla mañana, Lady Gilbert -susurra Damián en mi oído cuando estrecho su mano con la mía para despedirme de él.

-Aquí estaré, majestad.

Salimos del palacio y subimos al carruaje que ya nos esperaba afuera para volver a casa.

Nathaniel no se molestó en decir nada cuando ya había subido las escaleras. Estaba dispuesta a hacer lo mismo e ir a hablar con él, cuando fui interrumpida por la voz de Jaidee.

-Espero sea él el que te acompañe, Evangeline.

-Así será, Lady Jaidee. No piense que estaré sóla con Damián.

-Eso lo sé. Él llevará a Eleonor.

Pasa a un lado de mí y sube las escaleras con una pequeña sonrisa de satisfacción. Ella sabe que tengo sentimientos encontrados hacia Damián y que el hecho de que él fuera a ir con Eleonor hacía que todo lo que me había dicho acerca de que no la quería se desvaneciera.

••••

El carruaje se detuvo frente al palacio y Nathaniel y yo bajamos de él. No hizo falta esperar muchos minutos cuando ya habían hecho acto de presencia Damián y Eleonor.

Eleonor lucía un vestido verde esmeralda con blanco y sus cabellos rubios los tenía rizados perfectamente mientras en su rostro se extendía una sonrisa que disminuyó en cuanto nos vio a Nathaniel y a mí.

-Lord Demondariz, que gusto -saluda Damián-. Lady Gilbert, es un gusto volverla a ver.

-Lo mismo digo, majestad -me limito a responder.

-Le estamos agradecidos por la invitación, alteza -agradece Nathaniel a regañadientes.

-Damián, creí que las otras entradas serían para tu padre y Lad...

-¡Eleonor! -farfulla de inmediato Damián , con clara intención de evitar que Eleonor termine su oración-. Que falta de respeto para los presentes.

-Lo siento. No pretendía ofenderlos.

-No es ofensa, majestad -expreso.

-Eso espero, Lady Gilbert -habla, con voz firme, tomando la mano del futuro monarca para entrelazar su codo con el de ella-. Será mejor que nos apresuremos a llegar si no queremos perdernos la función.

Subimos los cuatro al carruaje que habían preparado para nosotros y enseguida se puso en marcha.

Al llegar al teatro nos encontramos con un gran edificio mientras algunas personas ingresaban en él, todos luciendo trajes y vestidos elegantes.

El Juego Del ReyTahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon