Capítulo veintitrés

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Narra: Hans

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Narra: Hans

Hasta el corazón más frío se derrite ante la calidez de unas manos que saben cómo tocarte.

Sus últimos días Elizabeth no dejó de comportarse de manera diferente. Como si supiera lo que iba a pasar. Jamás me contó cómo conseguía el dinero para escapar juntos, y aun la odio por eso. Tal vez debí darme cuenta o insistir más. Sé qué estaba desesperada por irse, creí que era por qué alguien la amenazaba pero después de su muerte empecé a darme cuenta que había demasiadas cosas que me ocultaba.

«¿Pero cómo no me di cuenta? ¿Cómo fui tan estúpido?», me pregunto todos los días.

4 de septiembre de 2023:

—¡¿Qué estás haciendo?! —encuentro a Elizabeth hurgando entre mis cosas.

Ella se da la vuelta, asombrada al escucharme.

—Estaba buscando una par de medias que perdí.

—¿Y por qué no te creo?

—Por qué eres un perseguido —me acaricia el rostro, sus manos están frías —. ¿No confías en mí?

—A veces...

Ella me pellizca el brazo y se acuesta en mi pecho. Siento su respiración sobre la mía, ambas se igualan. Acaricio su rostro, ella cierra los ojos ante mi tacto y sonríe. Me gusta cuando está tranquila.

—Si mi hijo es varón lo voy a llamar con tú, Hans, y si es una nena como mi hermana—susurra.

—¿Y al padre no le vas a consultar cómo le gustaría que se llame?

Revolea los ojos.

—¿Como te gustaria que se llame? —me pregunta

—Tengo que pensarlo, todavía nos faltan siete meses para que nazca.

Elizabeth se acerca, con una sonrisa de oreja a oreja.

—¡Hay que pensarlo todo ya! No veo la hora de escapar de aquí y tener este bebé contigo, por fin tendré una familia feliz.

—¿Y con la tuya no lo eres?

Ella esquiva mi pregunta con una sonrisa y se queda toda la noche despierta escribiendo algo que no me atrevo a preguntarle. Pero tiempo después de su muerte encontré una carta entre mis cosas.

Recuerdo cada palabra que escribió, y la repasó una y otra vez en mi mente. Si tan solo me hubiera despertado esa noche, si le hubiera preguntado qué estaba escribiendo. Si tan solo...

La carta decía:

''Querido Hans: Sé qué nos prometimos una vida juntos, realmente lo creí posible hasta que todo se me fue de las manos. Te dije que mi vida era complicada pero no quería que supieras que yo también lo era. Lamento que tengas que enterarte de esta manera, pero fue mi forma de protegerte. Me hubiese encantado que tú seas el padre del bebé, quise decirte la verdad muchas veces pero al ver tu emoción nunca pude hacerlo. Soy una cobarde.

¿Qué pasó con Elizabeth Parker?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora