Oscura inocencia

8

-¡Juan Pedro! –Gritó Ellie, antes de que Connor Brown se abalanzara sobre ella e hiciera que su cabeza golpeara contra la rudeza del pequeño y único espacio donde estaba cubierto por concreto. El demonio dentro de él se encendió en un dos por tres antes de soltarse de Mariana y estampar un puñetazo en la cara de Connor.

Lali se sobresalto al ver la escena, pero sin embargo logro reponerse para salir corriendo y alcanzar el cuerpo tendido de Ellie que se encontraba desparramado contra el suelo. Cuando le dio vuelta, noto perfectamente que estaba inconsciente debido al golpe, entonces fijo su vista en la pelea, donde Connor le devolvía con aun más fuerza el puño a Juan Pedro.

Ahogo un grito al ver como Connor se tiraba sobre Juan Pedro y lo empujaba contra el suelo, donde él soltó un alarido debido al golpe, pero logro rodar por el suelo hasta situarse sobre Connor, quien se debatía intranquilo, soltando maldiciones y prácticamente escupiendo sobre Juan Pedro. Solo entonces, mientras Peter, lo mantenía inmóvil... Mariana noto perfectamente, el tono rojo sangre de sus ojos.

En un parpadeo, Connor... no... Dark, logro levantarse y estampar a Juan Pedro contra el grueso vidrio de un ventanal que enseguida se volvió trizas, mientras caían dentro de la habitación. Quería ver, puesto que temía por lo que le pasara a él. Pero... Observo a Ellie, quien yacía inconsciente en el suelo, bajo la luz de la luna.

Incluso en ese estado, ella era hermosa. Los cabellos rubios de un tono platinado, brillaban en la oscuridad; tenia la piel pálida pero parecida a la porcelana, se veía hidratada y suave, completamente tersa. Su perfecta figura estaba enfundada en ese vestido perteneciente a la servidumbre de la mansión Lanzani... La hizo preguntar. ¿Qué relación tenia ella con Juan Pedro Lanzani?

***

Ethan corrió hasta ellos, quienes no paraban de golpearse y de un solo tirón logro sacar a Connor de encima de Juan Pedro quien limpiaba con el dorso de su mano el pequeño hilo de sangre que bajaba por su labio. Puede que los vampiros fueran inmortales, pero eso no les impedía que se hicieran daño de distintas maneras.

Dark luchaba por zafarse de su agarre.

-¡A la mierda! ¡Suéltame, Ethan! ¡Déjame matar a la zorra!

-¡No vuelvas a llamar a Ellie zorra, nunca mas! ¿Me entiendes? –Dijo Juan Pedro expulsando su rabia a través de los poros de su piel, mientras que señalaba a Dark con su dedo, de una manera ciertamente condenatoria.

-Suficiente, Dark. Ya has causado muchos problemas –La contraparte de Connor gruño, mientras que su expresión se suavizaba y el color antes rojo de sus ojos, cambio a ser uno de los negros más intensos que Ethan hubiera visto. Y que significaba que, Connor Brown había vuelto.

Enseguida su cara empalideció al observar a su alrededor, Ethan supuso que estaba buscando señales de algún cuerpo que indicaba que había matado a alguien, cuando sus pulmones soltaron todo el aire que había estado conteniendo, simplemente lo miro aliviado. Pero el alivio de su rostro no se expresaba en sus ojos.

-Oh dios santo... -Dijo en un suspiro, volviéndose hacia Juan Pedro–Lo siento tanto, Peter. No fue mi intención... Yo...

-Está bien, Connor. Sé que no fue tu culpa.

-No sabía que ella estaba aquí... De haberlo sabido no habría salido en ningún momento –Observo de nuevo a Juan Pedro y su tono de voz sonó impotente –Jamás le haría daño. Jamás, Juan Pedro.

Juan Pedro suspiro con pesadez mientras terminaba de limpiarse la sangre que corría por su labio inferior.

-Lo sé, Connor. Lo sé.

***

-No entiendo porque soy yo siempre al que le tocan siempre los trabajos pesados. Desde cuidar niñas mimadas, hasta limpiarle la caca al perro.