Un encuentro casual

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Entonces lo ví. En la vereda del frente. Llevaba un morral colgado en su hombro, unos jeans rojos, unas converse, un pañolin rojo atado a su cuello, y una camiseta negra.

Tenía el cabello castaño, desordenado, y la mirada perdida en el show de las Mariposas.

De pronto, la música se detuvo, y nuestras miradas se encontraron.

Y yo seguía bailando, extasiada, sin querer detenerme, intentando ignorar sus ojos posados sobre mí.

Se fue acercando lentamente, mezclándose entre la multitud.

Cuando se encontró con mi cuerpo, me asaltó por la espalda, y me estrechó contra él con fuerza.

Nuestros cuerpos se movían al mismo tiempo, con el mismo sentimiento.

_ Bailas como una diosa... ¿Sabías?

_ Y tú eres un atrevido.... ¿Te lo han dicho?

_ Contigo, el atrevimiento que quieras....

Me volteé.

Tenía unos ojos preciosos. Color canela, grandes, juguetones, brillantes.

_ ¿No eres de aquí, verdad?

_ De Azulera. Vine por el verano...

Entonces apareció Ágatta.

_ ¡Amanda! ¿Dónde estabas? Tenemos solo dos horas para lo del baile, porque yo....

Se detuvo frente a nosotros.

Pero que ven mis ojos! ¿Acaso es al galán de Gaspar?...Lo miró con picardía. ¿Qué estás haciendo aquí?

Ante mi desconcierto, Ágatta me presentó:

_ Amanda, él es Gaspar, el primo de Dante.

Dante es el novio de Ágatta. Un amor de hombre.Estudia arquitectura, y llevan dos años juntos, pero es como si llevaran una vida. Son el uno para el otro.

_ Un agrado conocerte, Amanda. Bailas muy bien.

_ El gusto es mío. Sonreí sarcástica.

_ Quizás podríamos salir un día, no creo que no quieras...

Le lanzé un mirada furiosa.

-Los.... cuatro, claro....

Menos mal que Ágatta irrumpió, porque estaba a punto de dejarlo hablando solo o insultarlo.

¡Que arrogancia, por Dios!

_ Lamento interrumpirlos, pero ya se hace tarde....

Ágatta se despidió, y yo la agarré del brazo, y la arrastré conmigo.

No me despedí de Gaspar.

_ Ojalá volvamos a vernos, Amanda.

_ Espero que no sea pronto.

Nos dirigíamos a mi casa para arreglarnos para el baile, cuando Ágatta se detuvo.

_Está guapísimo, Gaspar... ¿No?

_ Es un engreído... Ojalá no vuelva a topármelo, porque si no.... Con mi mano, atravesé mi cuello, simulando un cuchillo.

_ ¡Pero si te devoraba con la mirada! Es un buen chico, Amanda. No lo subestimes....

Después de horas encerradas en mi habitación, estábamos listas.

_ ¡Pero que guapas! Exclamó mi madre, abriendo los ojos de par en par.¿Llevan sus antifaces, verdad?

_ ¡¡¡Por supuesto!!!, Respondimos a coro.

Nos subimos al taxi, llenas de expectativas, emocionadas por la noche que estaba por venir.

¡ A disfrutar! ¡Que la noche es larga! Gritó Ágatta, por la ventana.

A disfrutar, pensé.

¿Me serviría una noche para olvidar todo? Lo único que esperaba era no volver a encontrarme con Gaspar....

Aunque.... Volver a sentir su cuerpo pegado al mío, moviéndose al vaivén de la música....

Era un engreído, sí, pero guapo.

Muy guapo.

Ruleta RusaWhere stories live. Discover now