Viviendo un sueño

640 48 0
                                    

En su momento la propuesta de Gaspar me pareció loca. Imposible. Irreal.

Tenía muchas dudas. Miedos.

De volver a equivocarme, de caer, de que no fuera más que una bonita ilusión....Pero preferí arriesgarme, y tropezar.

Y hasta ahora, si tropezaba, no me importaba. Porque tropezaria feliz.

La relación con Gaspar se dió mucho mejor de lo que esperaba. Ya llevamos una semana de novios.

Ágatta no lo podía creer cuando se lo conté.

- ¡ Viste, te lo dije! ¡ Tú y Gaspar son el uno para el otro!

Se puso más feliz que yo, cuando me contó que pensaba casarse.

- ¿Dónde quedó la Ágatta que le tenia fobia al compromiso? ¡ Esto si que es una sorpresa!

- Creeme que tampoco me lo creo... pero estoy enamorada amiga, como nunca. Dante no se parece a los otros noviecitos que tuve antes. Me queda solo un año para terminar mi carrera... Creo que ya es hora de sentar cabeza. ¡No puedo vivir siendo una niña, de fiesta en fiesta siempre!

- Ahora si que hablas como toda una mujer de las letras.

Ágatta estudia literatura, pero jamás la oí hablar así. Parecía casi una poetisa.

Con Gaspar, Dante y Ágatta, salíamos todas las tardes. A caminar, a comer, a bailar, a la playa. Nunca nos faltaba que hacer.

Por fin me sentía plena.

Con la ilusión puesta en este amor, sin ponerle fecha de caducidad, sin sentir el miedo de perderlo. Sólo me concentraba en vivir al momento, sin hacer planes.

Solo me importaba estar a su lado, intentando ser la mujer más feliz del mundo.

Y así era.

Ruleta RusaWhere stories live. Discover now