Pasos

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Solo totalmente en mi modesta morada, me hallo en el cuarto de baño, me miro al espejo en la oscuridad total, solo para encontrar una silueta negra que se difumina lentamente con el cristal. Pasa el tiempo y todo se va transformando en mis pensamientos inoportunos. Me palpo las manos y le pido a mi cuerpo la certificación material de lo que acontece. Desafortunadamente comienzo a escuchar una respiración, una respiración profunda y entrecortada que no me pertenece, como un augurio repentino y tortuoso proventiente del infierno mismo. Viene de afuera. Llega a mis odios no tan aguzados a través de la puerta de madera. Especulo que proviene de la sala. Un terror punzante inunda mi ser y comienzo a temblar paralizado. Esta cerca, demasiado. Casi frotando su hórrida entidad contra la puerta del cuarto mientras aumenta la rapidez de sus gemidos.

Un irregular siseo que se detiene en seco y vuelve a empezar segundos después.

Miro a mi pasado, un historial lleno de manchas espesas, comenzó como un mortífero recuerdo en los pasillos de mi mente, se materializa enfrente de mi.

No lo logro distinguir por completo, pero comienzo a sospechar que el tortuoso ruido proviene de la ducha, cerrada únicamente por dos puertas deslizables, a dos dolorosos metros de mi. Mis ojos solo perciben la ausencia absoluta de luz y mis tímpanos el silencio mas abrumador, a excepción por un pequeño goteo. Es el agua residual que queda en el porche, me digo. pero de inmediato me doy cuenta de algo... Maldigo mi ingenuidad al creer que ese algo se encontraba afuera, esta aquí, conmigo.

El respirar se va haciendo mas insistente conforme transcurren los segundos.

Los cables del exterior crujen y emiten un infernal zumbido. La luz ya había dejado de acompañarme hace media noche, cuando la criatura entró a mi apartado hogar, solo una pequeña cabaña cubierta por los siniestros árboles.

La frialdad de las paredes no es mas que un regocijo que me indica la realidad de la situación, y a la vez un calmante para mi torturada alma que clama por algo a lo que aferrarme. Me dejo caer en los tablones de madera a la expectativa y me limito a cerrar los ojos conforme escucho el tortuoso sonido de las puertas avanzando. Percibo en la sequedad del ambiente el raspar del objeto y súbitamente un choque contra el marco de la ducha.

Después pasos, pasos mojados que semejan las pezuñas de un animal.

Mi alma no me permite abrir los ojos mínimamente, mucho menos respirar.

Solo me quedo a la espera de esos pasos que me estrujan el pecho, de esos acuosos pasos que están en la misma habitación que yo, de esos pasos que se acercan...

creepypastas para no dormirWhere stories live. Discover now