Capítulo 17

176 14 1
                                    

Sehun Point of View...

Aquel silencio que encontré en casa, cuando regrese de otro ajetreado día más de trabajo, por alguna razón me hizo inquietarme. Tire mi saco en uno de los sillones de la sala, dispuesto a ir en busca de Arang. Pues me parecía extraño que ella no estuviese en casa, cuando casi siempre que llegaba la encontraba sentada en la sala, o fuera regando las plantas, las que un día me había rogado plantara para que redecoraran el exterior de nuestra casa. Nuestra casa. Decir esas dos palabras, o pensarlas, me decían cuan extrañas sonaba pronunciarlas.

Sin embargo, nunca paso por mi mente, que la encontraría recostada en pleno pasto, atrás en el patio. No puede evitar sonreír al verla así. Una niña, repare en que en ese momento Arang estaba actuando cual chiquilla en pleno berrinche. Y es que en mi vida, había visto lo que pasaba frente a mis ojos. Pues, ¿Quién en sus cinco sentidos se acostaba en pleno patio, cuando ya por el atardecer, el frio empezaba a calar los huesos? Me acerque sigiloso hasta ella, y me pare ahí a su lado observándola un rato. En ratos frunciendo su ceño, observándola mover sus cejas de arriba abajo, viéndola hacer esas muecas aun cuando permanecía con los ojos cerrados.

Casi quise reírme de su expresión cuando le pregunte qué era lo que estaba haciendo y ella abrió los ojos sorprendida. Pero luego cuando me uní a ella, negué al principio, pero luego cuando me uní a ella y me recosté a su lado en el pasto, me dije que yo también debía estar un poco loco al seguirle la corriente en sus extrañas ocurrencias. No estaba acostumbrado a eso, por lo que pronto mi espalda se fue entumiendo conforme lo fresco y el frio de la tarde calaban en mi cuerpo.

—No crees que ya deberíamos entrar —le dije, posiblemente solo hubiesen pasado unos cuantos minutos, pero para mí parecía ya bastante rato además del tiempo suficiente. Incluso le hice saber a cerca de lo entumido en mi espalda.

—Solo un momento, permanezcamos aquí otro rato más —dijo, sin dignarse aun abrir sus ojos.

— ¿estás loca? —dije, pero ella hizo caso omiso a mis palabras.

No iba a permanecer un rato más ahí. Sabiéndome ignorado camine hacia la casa y deslice la puerta corrediza. Poniéndole un alto, a lo que a mí me parecía una infantil travesura, la levante en brazos, y cuando forcejeo para que la bajara, no pude hacer otra cosa más que reír. Y al segundo cambiar mi alegre humor a solo una seria expresión, cuando le advertí que iba a enfermar si volvía de nuevo afuera. Me lanzó un infantil reto diciéndome que no iba a serlo. Así que una vez más fui completamente ignorado.

Cuando la escuche estornudar por la mañana, mientras bajaba a darme un baño. Supe, que su infantilismo del día anterior le había pasado factura. Encontré una razón para reprenderla por ser terca y testaruda, aunque a decir verdad más que reprenderla solo me burle de ella, al ver que no podía contenerse de estornudar siquiera unos segundos. La vi taparse los oídos y presionar su cabeza, cuando con las mimas palabras con las que me había lanzado aquel reto, le advertí sobre su actual estado. Menee la cabeza y cerré la puerta de su recamara todavía divertido por su expresión.

Una sonrisa me acompaño cuando baje a bañarme y durante el baño. Mas no iba a ser un egoísta y dejarla sufrir sola sus males buscados, ya estando listo y dispuesto para salir de casa, opte por pasar una vez más y ver cómo estaba. La encontré dormida apenas abrir la puerta, acurrucada en posición fetal y temblando. Toque su frente, su abdomen, percatándome que el resto de su cuerpo se sentía caliente a causa de la fiebre que la victimaba en ese momento, no iba a dejarla sola. Así que llame a mi asistente para pedirle que cancelara ese dia todos los pendientes y que faltaría a la oficina. Por lo que en lugar de ir al trabajo, preferí quedarme y cuidarla

Segunda Oportunidad para el Amor || Sehun Where stories live. Discover now